El politólogo Hernán Toppi, especializado en temas internacionales, analiza los escenarios políticos europeos a partir de las proximas elecciones continentales y en cada país, la incertudumbre por el Brexit, el surgimiento de liderazgos de reemplazo a Angela Merkel y la relación con Venezuela y con el Mercosur.
Este año se celebran las elecciones para el parlamento europeo. ¿Qué escenarios posibles se pueden anticipar?
El Partido Popular Europeo es actualmente el que tiene mayor cantidad de bancas, siendo seguido tanto por los socialistas y demócratas como por la Alianza de Liberales y Demócratas por Europa. Todos sectores que, con matices y diferencias, defienden una agenda pro europea. De esta manera, por detrás de estos grupos mayoritarios, se encuentran por ejemplo los grupos donde hay una mayor presencia de euroescépticos: los conservadores y reformistas europeos, Europa de la Libertad y la Democracia Directa y el más reciente Europa de las Naciones y la Libertad. Ahora bien, las elecciones que se acercan para el Parlamento Europeo se dan en un contexto donde los partidos antisistema, mayoritariamente euroescépticos, han tendido a tener un rol destacable a nivel electoral en varios países del continente. Por lo tanto, si bien es esperable que los grupos mayoritarios continúen en dicho rol luego de las elecciones que se vienen, hay dos situaciones interesantes a evaluar respecto a los partidos euroescépticos. Primero, ver si los partidos antisistema que han obtenido un respaldo electoral importante a nivel de sus países lo repiten en las elecciones europeas. Si esto ocurre, podría traducirse en una mayor cantidad de bancas en el Parlamento Europeo. Segundo, estas fuerzas están divididas en diferentes grupos como indiqué. Habría que ver si logran coordinarse e impulsar su agenda. Si esto lo consiguen en un escenario con una mayor cantidad de bancas en su haber, la situación futura del Parlamento Europeo no solo sería más plural sino más compleja en términos de los temas a debatir y de los consensos.
Puigdemont anticipó que será candidato por el independentismo catalán. De por si, esto generará un nuevo conflicto hacia dentro de España, pero ¿qué repercusiones podrá tener en el nuevo parlamento la posición autonómica?
Europa tuvo en los últimos años dos grandes desafíos autonomistas: Escocia y Cataluña. Hasta el momento ninguno prosperó. Eso no significa que el autonomismo haya perdido poder dentro de sus territorios, pero sí que sus principales propulsores perdieron terreno luego del fracaso de la medida propuesta. En el caso catalán, Puigdemont es el actor que más se ha visto afectado. Actualmente, la mayoría de los partidos que defienden algún tipo de autonomismo, este tiene un carácter continental (salir de la Unión Europea) más que nacional (en el caso catalán, respecto a España). Al salir de Cataluña y entrar en una arena de debate europeo, Puigdemont va a encontrarse esa situación y no considero que vaya a poder mover mucho la vara. Si tal vez, obtener solidaridad y fundamentalmente visibilidad pública. Es en este último sentido que veo el objetivo de su candidatura. Una suerte de relanzamiento de su figura y de su agenda.
Gran Bretaña no logra terminar de concretar el Brexit, ¿qué puede pasar en el mediano plazo en este sentido? ¿es posible aun que se de un cambio total de escenario?
Actualmente el Reino Unido se encuentra en un juego de la gallina donde el gobierno dice que el Brexit se tiene que efectivizar con su acuerdo o sino la salida de la Unión Europea puede ser traumática en términos socioeconómicos. La fecha prevista para la salida es el 29 de marzo, pero la incertidumbre actual se debe a que el acuerdo al que llegó el gobierno de Theresa May con las autoridades europeas ha generado un rechazo en Westminster, el cual ha involucrado a propios y extraños. Esto al punto que la Cámara de los Comunes ha rechazado dos veces la propuesta de acuerdo generada por el gobierno británico. Esta situación llevó entonces a que a la incertidumbre social y económica se le sume la política, con un gobierno que logra sobrevivir (logró hasta el momento evadir una moción de censura hace unas semanas y los constantes pedidos de elecciones generales que han sido solicitados por el jefe de la oposición, Jeremy Corbyn) pero que se encuentra debilitado por la falta de apoyo parlamentario en este momento de inflexión para los británicos. En este escenario, el Parlamento instó al gobierno a solicitar una extensión de la fecha de salida y así continuar negociando el acuerdo. Esto puede ser aceptado o no por los miembros de la Unión Europea. Solo basta el veto de uno solo para que no ocurra. De obtener la extensión del plazo, el gobierno británico tendría más aire para buscar una solución en los puntos más discutidos (siendo el más complejo el de la frontera irlandesa) y generar un Brexit más ordenado. De no conseguirlo, la incertidumbre se acentuaría pues precipitaría la fecha de salida al 29 de marzo sin un acuerdo. Esto podría llevar a una inestabilidad económica e incrementar aún más la debilidad del gobierno. En lo que respecta a un cambio total de escenario, este implicaría la no realización del Brexit. Esto significaría no cumplir con el mandato del referéndum original, lo que muchos consideran que sería una herida para la democracia británica. La posibilidad de llamar a un nuevo referéndum fue descartada (por el momento) este último jueves en Westminster, por lo que hoy el punto pasa por la aceptación o no de la Unión Europea a la solicitud de ampliación del plazo de salida y de negociación del acuerdo.
¿Qué pasa en el escenario español, que posibilidades hay que se consolide un gobierno de izquierdas o una alianza de derecha, incluyendo a la formación VOX?
Los partidos tradicionales pasaron en poco tiempo por situaciones críticas en el gobierno. El Partido Popular experimentó la destitución de su Presidente de Gobierno a manos del Congreso de Diputados. Gracias a la moción de censura constructiva, el socialismo propuso un reemplazo (Pedro Sánchez) que obtuvo aceptación y se transformó en la nueva autoridad de gobierno. Sin embargo, el gobierno del Partido Socialista Obrero Español descubrió que los apoyos recibidos originalmente se debilitaron y eso obligó a llamar a nuevas elecciones generales que se realizarán dentro de pocas semanas. Todo esto dentro de un escenario partidario de mayor fragmentación (Ciudadanos, Podemos, VOX entre otros). Por lo tanto, la formación de gobiernos gracias al respaldo de una única fuerza es cada vez más difícil. En esta coyuntura, los sondeos actuales ubican al socialismo como primera fuerza pero lejos de la mayoría de la cámara. Esto implica que el Partido Popular tiene amplias posibilidades de recuperar el poder. Uno de los aspectos que podrían favorecer este hecho no solo se encuentra en el apoyo de Ciudadanos, sino también en el crecimiento de VOX, el cual es otro ejemplo de los partidos antisistema que están surgiendo y/o creciendo en Europa. Si bien tiene este carácter de antisistema (lo cual implica la defensa de una agenda tendencialmente diferente a la de los partidos tradicionales, viéndose estos últimos en la necesidad de aceptarla al menos en parte para generar acuerdos con agrupaciones de este tipo), VOX ha tenido acercamientos con el Partido Popular, transformándolo en un potencial aliado para la formación de un gobierno. Un acuerdo no parece nada descabellado. Primero porque esto ya ocurrió entre VOX y el Partido Popular en Andalucía. Segundo por el hecho de que el Partido Popular ha comenzado a poner en primera plana dentro de su agenda, temáticas similares a la de VOX, como por ejemplo la inmigración. Por lo tanto, en caso de que se confirme el ingreso de VOX al Congreso de Diputados no sería de extrañar que se transforme en un potencial aliado para la investidura de un nuevo gobierno del Partido Popular.
¿Qué efectividad tiene la presión del bloque de la Unión Europea sobre el escenario político de Venezuela? ¿En qué medidas concretas se puede enfocar de aquí en más cuando vemos diariamente un endurecimiento de la dictadura venezolana?
En primer término, el accionar de la Unión Europea le quita apoyo internacional al régimen de Maduro y, por ende, lo aísla aún más. En segundo lugar, esto puede incrementar la presión para la democratización del régimen. En este sentido, el bloque ha sentado posición por una salida diplomática que lleve al llamado a elecciones libres y la negación por cualquier solución que implique una intervención militar. La continuidad en el tiempo de la presencia y contacto con referentes del gobierno actual y de la oposición es una medida concreta para sostener la presión por la democratización. La asistencia humanitaria es el complemento a la anterior, al ser la que debería llegar en el corto plazo a la población afectada.
A raíz del retiro político de Angela Merkel en Alemania, ¿quien asumirá el nuevo liderazgo europeo, que hasta ahora se centralizaba en la figura de la primera ministro? ¿Podrá ocupar ese lugar Emmanuel Macrón, incluso con los conflictos internos con los antisistemas Chalecos Amarillos?
Alemania, Francia y el Reino Unido son las tres economías más importantes de Europa y por tanto los países líderes del continente. Sin embargo, se encuentran en posiciones diferentes frente al liderazgo político. Mientras que en Alemania se retira Merkel, el Reino Unido quiere salir del bloque europeo. A la espera de las características del liderazgo de la nueva o nuevo Canciller alemán, es Macrón el que surge como futuro líder natural. Es verdad que el presidente francés se enfrenta a una coyuntura local compleja, pero que no ha puesto en jaque a su gobierno. El rol de líder europeo, Macrón ya lo ha ensayado en repetidas oportunidades, defendiendo la importancia de la unidad del bloque frente a los críticos de la misma. También lo ha hecho en negociaciones, por ejemplo con Argentina y el Mercosur. De esta manera, el liderazgo pro Europa unida no queda acéfalo con la salida de Merkel, pues al menos en el corto plazo, ese lugar va a ser cubierto por Macrón.