domingo 13 de octubre de 2024
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Macri mostró los dientes

Hubo un presidente distinto, más canoso (dicen que es el mal del poder), más confrontativo, menos sutil que en otras oportunidades en la apertura de las sesiones ordinarias en el Parlamento.

Defendió su obra con uñas y dientes, y replicó a los que desde la oposición buscaron polemizar. Históricamente estas presentaciones del Jefe de la Casa Rosada guardaban pompa y respeto. Fueron el kirchnerismo y el cristinismo (mucho más) los que rompieron todos los platos con un lenguaje, a veces, inapropiado y agresivo. El nivel de los tratamientos legislativos en los últimos años ha sido, en general, bastante precario. Los parlamentarios no son los de antes.

Macri estuvo en campaña proselitista para las próximas elecciones. Pero debió reconocer que muchas de sus promesas (“lo peor ya pasó” en el 2018) fueron desacertadas y sin fundamento. Para cubrir su gestión utilizó una comparación desafortunada. Dijo: “El país está mejor parado que en 2015”. Lo contradicen los índices de pobreza que no tienden a bajar por la paralización de la economía, la taquicardia colectiva que sufrió la población frente a la corrida cambiaria y la chatura en la que se encuentra la industria.

No quiso hablar del Fondo Monetario. Pero debería señalársele que el apretón del organismo financiero es muy serio, que ese apretón continuaría en la próxima administración, que la sociedad está castigada por una presión impositiva (la más alta de la historia nacional) y financiera (con tasas del 70% aunque acaban de anunciar que para pymes habrá mucho menores, de un 30%, igualmente caras, porque siguen la marcha inflacionaria). La industria está apagada. El comercio mucho más. Cierran plantas de producción porque no hay demanda. En los últimos meses bajaron la persiana más de 2500 comercios. En estas semanas los establecimientos industriales están operando con el 50% de sus posibilidades. Ello se traduce en más desocupación por la expulsión de los trabajadores. En muchas áreas los niveles no son diferentes a los del 2003, cuando se procuraba salir del default. Una comparación que da vergüenza.

El Presidente se amparó señalando que las causas de la actual depresión no fueron organizadas por su Gobierno. Sus palabras fueron: “Cuando empezamos a crecer y a asomar la cabeza como país, tuvimos tres shocks: la salida de capitales, la sequía que afectó al campo y la causa de los cuadernos”. El éxodo de capitales surge a partir de la falta de confianza en las acciones oficiales. La sequía en el campo fue efectivamente tremendamente dañina. Pero el Gobierno debería haber aclarado por qué dependíamos de los cereales exportados para paliar la crisis. ¿Vamos a vivir 44 millones de argentinos del rendimiento del campo como a mediados del siglo XX, con 20 millones de habitantes?

Prometió que uno de los principales ejes de su campaña será la pobreza cero. Pero para evitarla se necesita un cambio de raíz en las políticas públicas, que demandarían por lo menos diez años. La pobreza se resuelve con empleo y el empleo lo ofrecen las fábricas y los procesos de valor agregado a los frutos del campo. Entonces es un eslogan, el oficial, bastante débil.

Adelantó que aumentará un 46% la Asignación Universal por Hijo y prometió que la inflación comenzará a ceder. Dependen 4 millones de personas, las que integran contando a los empleados públicos, subsidios, fuerzas de seguridad y militares, maestros y personal sanitario, ayudas varias, un total de 17 millones de argentinos que dependen del Estado.

Desde el punto de vista de los beneficiados, la noticia satisface. Desde la mirada de las cuentas públicas y el engorde del déficit, la lectura es más complicada.

Estaba cantado que el kirchnerismo utilizaría este día para desprestigiar la política oficial y la figura del Presidente. Pero Macri, a quien le han pedido que no contabilice más la herencia recibida, volvió a implicarlos como generadores de la hoguera de esta crisis que no cesa. No exagera.

Ya empezaron las pugnas y algunas chicanas pensando en las elecciones presidenciales. ¿Pesará entonces el bolsillo, la fe en ciertos líderes o en alguna otra razón? Solo se ve un horizonte neblinoso y ausencia de vientos que alejen la mala suerte que cae sobre nosotros.

Publicado en Infobae el 1 de marzo de 2019.
Link https://www.infobae.com/opinion/2019/03/01/macri-mostro-los-dientes/

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