Visto desde el quinto subsuelo, el cuarto subsuelo es alto. El comentario viene a cuenta de que el dólar en el mundo en realidad se está debilitando; por el boom de emisión covid y la incertidumbre sobre la recuperación de la principal economía del mundo, el billete verde ya perdió casi el 10% de su valor en los últimos 5 meses. Si en Argentina sube es porque el peso está cayendo aún mas bajo. Gracias a Dios las expectativas aquí se forman mirando el precio de la moneda norteamericana, porque el dólar paralelo subió en los últimos cinco meses 57%, pero el euro blue trepó 72% en el mismo lapso.
Dicho de otro modo; el peso se hundió mas de lo que la suba del precio del dólar sugiere y la razón es bastante simple: sobran pesos y faltan divisas.
¿Cuál es el precio de equilibrio del dolar?
La pregunta me la hizo Luis Majul el jueves por la noche: ¿Qué va a pasar con el dólar?
Le respondí con otra pregunta: ¿Cuál dólar?
No me canso de explicar que no puede saberse el precio futuro de un activo financiero, porque, de hecho, cuando es posible comprar y vender libremente ese instrumento, el precio actual ya refleja toda la información disponible al momento. Por supuesto, hay incertidumbre y con los mismos datos, las expectativas pueden diferir de persona a persona, pero ese debate se salda en el mercado del mismo modo que se equilibran los precios de las apuestas antes de un evento deportivo.
Con 2,05 metros de altura y 116 kilos, Tyson Fury es favorito para vencer por segunda vez a Deontay Wilder, en la tercera pelea entre ambos que por ahora tendrá lugar el 20 de enero en Los Estados Unidos, pagando 1,28 dólares por cada billete apostado.
Si me preguntan que pasará con las apuestas más cerca de la pelea, la respuesta más honesta es que no hay modo de saberlo. Si no hubiera ninguna novedad, no deberían moverse, pero si trasciende una lesión de alguno o se filtra un entrenamiento explosivo de otro, pues las expectativas pueden cambiar y con ellas, los precios de las apuestas.
Lo mismo ocurre con el dólar, pero aquí el problema es que en el mercado oficial no hay libertad de entrada y salida, por lo que el precio no refleja las expectativas y entonces las distintas especulaciones no tienen un ring en el cual ponderarse.
En ese contexto el precio termina siendo una decisión política (del BCRA en el mejor de los casos), pero lo que no se puede evitar es el ajuste por la vía de las cantidades. Si en el mercado paralelo, el precio que efectivamente hay que pagar para conseguir dólares sube, aumentará la presión sobre las divisas que el BCRA vende a en promo, tanto en el canal comercial como en el financiero y la autoridad monetaria se ve obligada a vender.
¿Por qué sube tanto el paralelo?
Más allá de haber tocado su record nominal esta semana con $135,64 el contado con liqui está un 5% arriba del máximo del tipo de cambio real de la salida de la convertibilidad. Esto quiere decir que, si hubiera un solo dólar en la Argentina, ese valor sería exageradamente alto en perspectiva histórica.
No obstante, no está para nada claro cual es el nivel del tipo de cambio real de equilibrio y menos aún, a donde termina el tipo de cambio nominal, puesto que la brecha podría estar reflejando inflación reprimida.
Pero explorando la relación entre la competitividad cambiaria y el resultado de la cuenta corriente emerge el patrón del manual. No sabemos cuanto del superávit que hace pico en 2008 es por el tipo de cambio y cuanto por los extraordinarios términos de intercambio, pero lo que si es evidente es que en la medida que cede el tipo de cambio real, por la inflación que empieza a acumularse desde el 2007, se deteriora la cuenta corriente, que recién vuelve a estabilizarse luego de la devaluación del 2018.
El nivel 2018-2019 tampoco es necesariamente de equilibrio, puesto que se produce con términos de intercambio 10% arriba de los del segundo trimestre 2020 y en recesión. Arriba de eso, el tipo de cambio real con Brasil se ha deteriorado notablemente, quedando 20% debajo del nivel de enero y 26% atrás del promedio histórico de los últimos 24 años.
Para equilibrar la cuenta corriente, el nivel del paralelo parece que sobraría, pero con el actual valor oficial no alcanza. Además, el shock de pesos en la economía complica la cuenta capital y el esquema cambiario del gobierno está completamente desbalanceado porque, impuesto solidario mediante, ofrece dólares a $100,75 pero los paga a $72,50 si es que alguien distraído decide vender sus ahorros por el home banking. Si para desalentar la compra el gobierno pone un impuesto, para incentivar la venta debería subsidiar el equivalente. Esto sería lo mismo que desdoblar el mercado de cambios y si el gobierno combina una devaluación del comercial con un desdoblamiento del financiero, la brecha bajaría sustantivamente y licuaría en el camino buena parte del excedente de pesos de la economía.
Si, por el contrario, limita más el acceso al dólar ahorro o le pone estacionamiento de seis meses para evitar el PURÉ, deberá soportar una brecha mas grande porque se quedará con menos oferta el mercado paralelo.
Publicado en Clase Media, el newsletter de Martín Tetaz, el 24 de agosto de 2020.