Las autoridades anunciaron que la Deuda Bruta de la Administración Central alcanzó un monto total de US$332.192 millones a fines de 2018. Si comparamos con el año anterior, el incremento del nivel de endeudamiento fue de US$11.257 millones.
Respecto a la composición por acreedores, a quien más le debemos es al Sector Privado US$148.054 millones, luego siguen Organismos del Sector Público Nacional (ANSES, Banco Nación, etc) por un monto de US$126.158 millones y por último, los Organismo Multilaterales y Bilaterales con US$57.950 millones.
En términos de PBI el endeudamiento total se ubica en torno al 86% del PBI. Ahora si descontamos los bonos que tienen los distintos organismos del sector público, la deuda se reduce al 53,4% del producto (D/PBI). Éste último valor, es el relevante a la hora de analizar la sustentabilidad de la deuda, dado que los títulos que se encuentran dentro de un organismo estatal se descuenta que siempre se refinanciarán.
Hay diversos métodos para analizar si una deuda es sustentable[1] en el tiempo. Una de los más conocidos, es el que surge de evaluar si el superávit primario observado (Spo) mantienen por lo menos constante el nivel de endeudamiento con respecto al producto (D/PBI). La fórmula apropiada para realizar este análisis es la siguiente:
Spn=((i-g)/(1+g))*(D/PBI)
Donde:
Spn Superávit primario necesario sobre PBI para mantener constante el nivel de endeudamiento (D/PB)
i Tasa de interés de la deuda relevante
g Tasa de crecimiento de largo plazo de la economía
D/PBI Nivel relevante de endeudamiento (Deuda/Producto Bruto Interno)
Esta fórmula nos indica que, si el superávit primario necesario (Spn) es superior al observado (Spo), el ratio de endeudamiento tiende a incrementarse en el tiempo. Y de esta manera se concluye, que el nivel de endeudamiento (D/PBI) no es sostenible en el tiempo.
En cambio, si sucede lo contrario (Spn>Spo), el nivel de endeudamiento tiende a reducirse. Y si el resultado fiscal necesario es similar al registrado (Spn=Spo), la deuda en términos del producto se mantiene estable. En esto dos últimos casos, se considera que la deuda es sostenible en el tiempo.
En términos más generarles, la estabilidad o no del ratio D/PBI va depender de: el resultado fiscal primario, de la tasa de interés a la que se financia el sector público y del crecimiento económico esperado.
El costo de financiamiento con los organismos internacionales es de 5% y con el sector privado es de 10,5%. Este último dato, surge a partir de un riesgo país de 800 puntos (8%) y un rendimiento de los bonos americanos de 2,5%. De esta manera, la tasa de interés relevante (i) a la que se endeuda es Estado Nacional es de 8,96%[2].
Por el lado del crecimiento, se observa que la economía registró una tasa acumulada de expansión en torno al 2,5% (g) en los últimos 60 años. Valor éste, que tomamos como estimación del crecimiento de largo plazo de la economía.
De esta manera, a partir de los datos anteriores, el Superávit primario necesario (Spn) para mantener estable el nivel de endeudamiento es de 3,4%[3] respecto del producto. Este elevado esfuerzo fiscal, para hacer sustentable la deuda, se explica en parte por la actual incertidumbre política que mantiene elevado el Riesgo País.
Si luego de proceso electoral, surgen autoridades que no implique volver a las políticas económicas erradas del pasado, el Riesgo País puede descender de manera significativa y a su vez, la economía superar la recesión actual y comenzar a crecer sostenidamente.
Si el Riesgo País descendiera hasta los 500 puntos, valor probable, dado que incluso es el doble al de Brasil actualmente, y si la economía registrara un crecimiento en torno al 3% (sólo medio punto más que lo que viene creciendo en el pasado) el resultado fiscal primario necesario bajaría a 2 puntos del producto[4]. Es decir, 1,4 puntos inferior al que surge bajo las condiciones actuales. Y si la prima de riesgo soberano se equipara a la del país carioca (alrededor de los 250 puntos o 2,5%), el costo del endeudamiento se ubicaría en torno al 5% y el resultado primario requerido sería de 1%[5].
Las autoridades vienen realizando un esfuerzo fiscal importante durante los últimos años, en el 2016 el desequilibrio primario era del orden del 4%y el año pasado fue de 2,6%%. Para este año, el gobierno tiene como objetivo alcanzar el equilibrio primario, sin embargo, por el desempeño de las variables económicas es de esperar que en realidad se registre un déficit en torno al 1%. De esta manera, surge que el esfuerzo fiscal pendiente, en los próximos años, para hacer sostenible el nivel de endeudamiento debería ser de 2 puntos del producto.
En términos fiscales, uno de los desafíos es hacer sustentable el nivel de endeudamiento de la economía (estabilizar el coeficiente D/PBI). Para esto es fundamental, continuar mejorando el resultado fiscal primario y recuperar la confianza para que la economía crezca vía inversión y exportaciones.
Sin embargo, dada la alta presión fiscal, el elevado gasto público donde el componente social es muy importante y el déficit primario proyectado para este año, hacer sostenible la deuda no será una tarea sencilla, pero no imposible si se logra alcanzar acuerdos políticos amplios
[1] Para un análisis más profundo se puede recurrir a los siguientes documentos:
https://docplayer.es/7202704-De-deuda-issai-5411-i-n-t-o-s-a-i-indicadores.html; https://aaep.org.ar/espa/anales/works/works2004/Piekarz.%20.pdf
[2] Surge de un promedio ponderado a partir de la deuda relevante, donde el Sector Privado representa el 71,87% y los Organismos Multilaterales y Bilaterales 28,13%.
[3] D/PBI=53,4%; i=8,96% y g=2,5%
[4] D/PBI=53,4%, i=6,80% y g=3,0%
[5] D/PBI=53,4% i=5,00% y g=3,0%.