domingo 22 de diciembre de 2024
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Al Ingeniero Mauricio Macri, afectuosamente

Hace pocos días, una querida persona, profesional exitosa en una rama del conocimiento que la pone diariamente en contacto con el dolor ajeno, racional hasta la médula, pensante meticulosa de sus argumentos expresó emotivamente con todas las letras: “ESTE GOBIERNO ES DE LO PEOR”. Y el problema es que en ciertas áreas tiene toda la razón.

Se acababa de enterar de la fantástica idea de alguno de los niñ@s de su gabinete de meterse, en tiempos electorales además, con lo que reciben monetariamente del Estado algunas de las personas con discapacidades.

Parte de la ciudadanía se está cansando y poniendo nerviosa, con lo cual la racionalidad en el análisis de las situaciones tiende a disminuir rápidamente.

Lo de niñ@s no tiene ningún sentido peyorativo hacia los jóvenes que lo acompañan, a algunos de los cuales conozco personalmente. Es que en reiteradas oportunidades varios se han comportado, políticamente hablando, como niños. No lo digo yo, los dicen sus acciones y decisiones y las reiteradas oportunidades en las que Ud. tuvo que tomar contramedidas con apuro evidente.

La cantidad de veces que esto ha sucedido es alta y sus consecuencias se están comenzando a notar. Parte de la ciudadanía se está cansando y poniendo nerviosa, con lo cual la racionalidad en el análisis de las situaciones tiende a disminuir rápidamente.

Vamos por el carril de la físico-química: los líquidos, por ejemplo, como usted sabe tienen lo que se denomina un punto de saturación.

Las sociedades también. Pero para estas últimas no existe una regla general, numérica ni exacta. Depende de condiciones histórico-sociales, de las historias empíricas de situaciones de conflicto y levantamiento y protestas consecuentes.

Permítame Ud. un consejo que creo puede ayudarlo a lidiar con esta problemática: vuelva a consultar alguno de los textos que en su momento le recomendara el maestro (al menos para mí lo fue) Torcuato Di Tella. En varios de ellos encontrará la descripción, las condiciones y las consecuencias para los regímenes políticos de lo que sucede cuando en un grupo, una clase, una ciudadanía se alcanza lo que podríamos denominar el punto de saturación hacia los resultados de la aplicación de ciertas políticas públicas.

Un coterráneo de miembros de su familia y de la de Torcuato, el italiano Leonardo Morlino señala en varios de sus agudos textos sobre los regímenes políticos la manera en la que la ineficacia decisional –el fracaso en el diseño, aplicación y sostenimiento de las políticas públicas– pone en riesgo la estabilidad de los gobiernos y de los regímenes.

El joven Peña Braun como maliciosamente lo identifican algunos pero de lo que debería sentirse orgulloso (el economista Oscar Braun por ejemplo fue su pariente) es posible que lo haya leído como parte de sus estudios de licenciatura. Hágalo acordar.

Estos “errores” y las idas y venidas reiteradas han puesto a varios sectores de la ciudadanía argentina en su punto de saturación. Sirva recordar que, en general, lo que sigue a esta situación es el rechazo y/o el abandono político-social de un gobierno y de su proyecto.   

 

 

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