El periodista y escritor, desde su cuenta de X, nos retrotrae a aquellas audiencias orales en las que en el banquillo de los acusados estaban los jerarcas de las tres primeras juntas militares que se alternaron el poder y desataron la más atroz represión con sus violaciones a los derechos humanos que reconozca la historia argentina.
Con su reconocida expertise periodística y literaria, Rodrigo Estévez Andrade, desde su cuenta de X, no lleva al 22 de abril de 1985, es decir hace 40 años, cuando se iniciaba el llamado ‘Juicio a las Juntas’. Y dice: Un día como hoy, hace cuarenta años, comenzaron las audiencias orales del juicio a las tres primeras juntas militares. La película ‘La Historia Oficial’ llevaba su tercera semana en cines y ya era un éxito de taquilla. Ítalo Luder, fue el primero en declarar en una jornada que marcó un hito en la historia mundial”.
Estévez Andrade, no deja pasar por alto detalles. Documentando sus datos y con prodigiosa memoria refiere en un nuevo posteo: “La democracia llevaba un año, cuatro meses y doce complejos días de vida El presidente Alfonsín resolvió ordenar el juzgamiento en su primera semana de gestión, y cumplió con la palabra empeñada. Ese mismo día, creó la CONADEP” y escribe luego: El juicio se resignificó tras el fenómeno “Argentina 1985”, que más allá del innegable éxito comercial fue un valiente quiebre a la matriz cultural del peronismo en su etapa cristinista. La negación de los 80, negacionista frente a una epopeya colectiva que hizo cumbre en las multitudinarias marchas que salieron a defender la democracia ante las embestidas de los carapintadas Andrés D’Alessio fue el encargado de armar una Cámara de Apelaciones que estuviera dispuesta a hacer historia. De sus seis miembros, Ricardo Gil Lavedra fue el más joven, con 35 años. Lo cuenta más detallado en su libro “La hermandad de los astronautas”. Guillermo Ledesma y Jorge Torlasco habían planteado la nulidad de la ley de amnistía en setiembre de 1983. Un hombre del peronismo, Carlos Arslanián, y Jorge Valerga Araoz, completaron el equipo Los fiscales Julio Strassera y Luis Moreno Ocampo presentaron, en tiempo récord, 670 casos para fundamentar la acusación. En el juicio declararon 833 personas; 287 de ellas, mujeres. Testimoniaron 64 militares, 15 periodistas, 14 sacerdotes y 13 personas extranjeras”.
El periodista y escritor detalla en ese hilo de tuits en X: “Acreditaron 672 periodistas de todo el mundo. La sentencia contestó alrededor de 22000 preguntas, y la causa, pesó más de tres toneladas. Las denuncias que se sustanciaron fuera del país pesaron alrededor de 700 kilos. Solo se emitieron imágenes sin sonido mientras se desarrolló el juicio. ATC grabó todas las jornadas, recién el 9 de diciembre de 1985, en que se leyó la sentencia pudo verse en vivo y en directo por todos los canales Si bien el delito de desaparición de persona no se juzgó porque no existía en la legislación, Videla y Massera fueron condenados a prisión perpetua; Viola condenado a 17 años; Lambruschini condenado a 8 años; y Agosti, 4 años y 6 meses de prisión Las audiencias duraron 900 horas y fueron grabadas en 147 casetes”.
“Tras las rebeliones carapintadas fueron trasladados a Oslo, por los propios jueces. Allí están en una sala blindada del parlamento noruego. Ese mismo año, Brasil y Uruguay volvieron a la democracia En noviembre, la UCR ganó las elecciones parlamentarias, y consolidó su mayoría en Diputados. Mientras, Alfonsín superó tres alzamientos militares y la constante presión corporativa en pos de una amnistía que nunca firmó. En 1989 y 1990, el primer presidente peronista esta democracia firmó los indultos que ordenaron la libertad de centenares de procesados y condenados de la represión ilegal, de los levantamientos carapintadas, y de las cúpulas guerrilleras”, evoca Estévez Andrade que no hace más que lo que su condición de periodista y escritor de estipe le exige. Ser preciso y lo es. Ser veraz y lo es. Hace 40 años comenzaba el llamado ‘Juicio a las Juntas’. La escena contada por un periodista y escritor profesional.