A diferencia de otros presidentes que pusieron en juego su gobernabilidad en la relación con la provincia más importante del país, Milei decidió confrontar directamente con el gobernador de la provincia de Buenos Aires, poniendo al gobernador en tensión y obligado a responder. Esto deja al descubierto tres déficits de gestión de Axel Kicillof: la seguridad, la salud y la educación.