Con Caracas y otras ciudades militarizadas y copadas de agentes de inteligencia, el chavismo intensificó la caza de dirigentes opositores
Continúan las desapariciones en Venezuela. Un excandidato presidencial, un referente de una ONG dedicada a la defensa de periodistas y los familiares directos de Edmundo González Urrutia y María Corina Machado estuvieron durante las últimas horas bajo la mira de la dictadura chavista.
Enrique Márquez fue el segundo candidato presidencial opositor que logró pasar todos los filtros del chavismo en las elecciones presidenciales de julio de 2024. En 2023 fue vicepresidente del Consejo Nacional Electoral, en un intento de la dictadura por dar alguna señal de democratización, pero luego lo echaron junto con el resto de aquella junta y quedó a cargo la actual, esa que nunca presentó actas y simplemente autoproclamó a Nicolás Maduro como ganador.
Márquez, al igual que González Urrutia, denunció que los resultados que dio el chavismo eran falsos. Y desde ayer está desaparecido. Centrados, su partido político, dio el alerta durante la noche, horas después sin dar con él.
Casi al mismo tiempo la ONG Espacio Público, que desde 2002 monitorea y denuncia ataques contra la prensa y la libertad de expresión, informó que su director, Carlos Correa, fue detenido en Caracas al final de la tarde. Según testigos lo pescaron hombres encapuchados y lo llevaron a un lugar desconocido.
Caracas, por estas horas, está copada de agentes de inteligencia que revisan autos, colectivos, camiones, escuelas, hoteles y hospitales. Los tribunales no dan detalles sobre detenidos, tampoco a familiares se les aporta nada en centros de detención.
Varios partidos políticos filtraron, con el paso de las horas, que al menos diez militantes en distintos estados (provincias) del país fueron detenidos por distintas fuerzas de seguridad de la dictadura, entre los que hay miembros de Vente Venezuela, de Corina Machado. La referente y futura vicepresidenta, además, advirtió que la casa de su madre, de 84 años, también tenía presencia policial y del Servicio de Inteligencia.
Al yerno de González Urrutia, Rafael Tudares, lo detuvieron frente a sus nietos, de seis y siete años de edad, cuando se dirigía a dejarlos en la escuela. Casi 24 horas después no se sabe nada de él.
