Uruguay celebrará el próximo domingo una segunda vuelta electoral para definir al presidente del periodo 2025-2030.
La contienda será entre Yamandú Orsi, candidato de la oposición por el Frente Amplio (FA), y Álvaro Delgado, representante del oficialismo por el Partido Nacional (PN).
El país cuenta con un sistema presidencialista atenuado y partidos políticos consolidados. Entre ellos destacan los históricos PN y Partido Colorado (PC), fundados en 1836, y el FA, creado en 1971. Estas fuerzas políticas concentran más del 80 por ciento del electorado.
En las elecciones del 27 de octubre, Orsi fue el candidato más votado con el 43,86 por ciento de los sufragios, pero no logró la mayoría absoluta requerida para evitar el balotaje.
Delgado obtuvo el 26,7 por ciento y busca aglutinar el respaldo de los otros socios de la Coalición Republicana, incluyendo al PC (16,07 por ciento), Cabildo Abierto (2,48 por ciento), Partido Independiente (1,70 por ciento) y el Partido Constitucional Ambientalista (0,49 por ciento).
Desde 1996, la Constitución uruguaya establece que si ningún candidato supera el 50 por ciento de los votos válidos la primera vuelta, se debe realizar un balotaje entre los dos más votados. En esta segunda vuelta, la victoria se decide por mayoría simple.
En 2004, el Frente Amplio llegó al poder por primera vez en la historia evitando el balotaje con el triunfo de Tabaré Vázquez, quien ganó con el 50,4 por ciento, el único caso desde la reforma constitucional. Desde entonces, todos los presidentes han sido electos en balotaje: José Mujica (FA) en 2009, Tabaré Vázquez nuevamente en 2014 y Luis Lacalle Pou (PN) en 2019.
Uruguay exige que los candidatos presidenciales sean definidos en elecciones primarias abiertas y simultáneas, celebradas el último domingo de junio. Además, el voto es obligatorio, y quienes no sufraguen deben pagar una multa de unos 1.700 pesos (aproximadamente 40 dólares). Sin embargo, los uruguayos en el exterior no tienen habilitado el derecho al voto.
El presidente es simultáneamente jefe de Estado y de Gobierno, y es electo junto con el vicepresidente, quien preside la Asamblea General del Parlamento y el Senado.
El Parlamento uruguayo, conformado por la Cámara de Senadores y la Cámara de Representantes, también se renovó en octubre. En el Senado, el Frente Amplio obtuvo mayoría con 16 escaños, mientras que en Diputados ningún bloque tiene mayoría propia: el FA logró 48 bancas, seguido por el PN con 29 y el PC con 17.
En esta segunda vuelta, se votará por fórmulas y no por partidos. Orsi está acompañado por Carolina Cosse como candidata a la vicepresidencia, mientras que Delgado tiene como compañera de fórmula a Valeria Ripoll.
Están habilitados para sufragar los mayores de 18 años, actualmente 2.727.120 personas, en 7.225 mesas de votación.
El ciclo electoral concluirá en mayo de 2025, con la elección de intendentes que gobernarán los 19 departamentos del país.
Uruguay se prepara para la segunda vuelta electoral
