El presidente ruso Vladimir Putin firmó un decreto para ajustar su política sobre el uso de armas nucleares, cambio que viene justo en el día 1.000 de la invasión rusa en Ucrania y es una respuesta directa a la autorización de Washington para que Ucrania utilice misiles de largo alcance contra territorio ruso.
Putin firmó un decreto que amplía las circunstancias bajo las cuales Rusia podría considerar el empleo de su arsenal nuclear.
“Entre las condiciones que justifican el uso de armas nucleares figura el lanzamiento de misiles balísticos contra Rusia”, afirma el decreto, según informó la agencia DW.
El portavoz presidencial Dmitry Peskov declaró: “Era necesario adaptar nuestros fundamentos a la situación actual”, haciendo referencia a lo que Putin considera “amenazas” de Occidente a la seguridad rusa.
La declaración de Putin fue enfática: “Cualquier ataque contra Rusia por parte de un Estado no nuclear, pero con la participación o apoyo de un Estado nuclear, será considerado como un ataque conjunto contra la Federación Rusa”.
Fuentes oficiales de la administración rusa confirmaron que estas declaraciones forman parte de un estudio para actualizar los “Fundamentos de la política del Estado en materia de disuasión nuclear”.
Aunque los detalles exactos de estos cambios aún no fueron publicados, se entiende que el objetivo es adaptar la política nuclear a las amenazas modernas y a la dinámica geopolítica actual.
El anuncio generó una ola de reacciones alrededor del mundo.
Antony Blinken, Secretario de Estado de Estados Unidos, calificó estas declaraciones como “total irresponsabilidad”.
En una conferencia de prensa, Blinken expresó: “Es una muestra clara de cómo Rusia sigue utilizando la amenaza nuclear como una herramienta de intimidación en el escenario internacional”.
Desde el Kremlin, Peskov defendió la posición rusa, al asegurar: “Rusia simplemente está actualizando su política de defensa para asegurar la seguridad nacional en un mundo cada vez más impredecible. No estamos hablando de una escalada, sino de adaptarnos a nuevas realidades”.
El mandato ruso advirtió en septiembre que podría usar armas nucleares en caso de bombardeos aéreos “masivos” contra Rusia.
Putin subrayó que cualquier ataque de un país sin armas atómicas, como Ucrania, pero apoyado por una potencia nuclear, como Estados Unidos, podría considerarse una agresión “conjunta” susceptible de requerir una respuesta nuclear.