Donald Trump habló siete veces por teléfono con Vladímir Putin después de dejar la presidencia de Estados Unidos en 2021. Hoy puedo revelar en exclusiva que ha habido una octava conversación entre Trump y el presidente ruso. Ocurrió esta semana y, gracias a mis contactos en el servicio de inteligencia militar norcoreano, acá va parte de la transcripción.
Putin: Donald, amigo, ¿cómo estás? Te llamo para desearte toda la suerte del mundo en las elecciones del martes que viene.
Trump: Mil gracias, señor presidente, no sabe cuánto le agradezco…
P:Llamame Vlad, por favor…
T: Vlad, sí, Vlad. Perdoná..
P: ¿Cómo ves tus posibilidades? Sabés que desde acá estamos haciendo todo lo posible para ayudarte…
T: Lo sé. ¡Lo se! ¡Y gracias! Me gustó particularmente—jaja–ese video sobre Tim Walz, el candidato a vicepresidente de Kamala la comunista.
P: ¿El del acoso sexual?
T: Sí, ese. ¡Maravilloso!
P. Fue idea mía, pero los chicos de la fábrica de troleros aquí en Moscú hicieron un gran trabajo inventándose ese tipo que dijo que había sido asaltado sexualmente por Walz. Contaron que ocurrió cuando él fue profe de colegio en Minnesota.
T: Gran trabajo, Vlad. Y te agradará saber que cientos de miles de personas lo vieron en Twitter gracias a mi amigo Elon.
P: Oíme, hablando más en serio, Donald: no podemos descartar la posibilidad de que declaren a Kamala la ganadora. Debemos estar preparados.
T: Lo estaremos. Ya nos robaron la presidencia en 2020. No voy a permitir que ocurra una segunda vez. Si se creen que el asalto al Capitolio fue cosa seria, bueno…ya verán.
P: Y sí. Habría que provocar las condiciones para una revuelta armada de verdad. Y, precisamente con eso en mente, mis magos troleros han colocado un video en las redes sociales, el primero de muchos, en el que se ve a demócratas destruyendo un montón de papeletas electorales marcadas a tu favor.
T: ¡Lo ví! Y pusieron que ocurrió en Pensilvania, donde se decidirá todo. ¡Brillante, señor presidente!
P: ¡Vlad!
T: Perdón, Vlad…
P: Ahora, disculpá que lo mencione, mi querido Donald, pero todavía tengo en mi posesión aquellos videos que te grabamos en la habitación aquella de hotel cuando viniste a Moscú en 2013 al concurso Miss Universo…
T: Vlad, ¡por Dios! ¿No me dijiste que lo habías destruido el año pasado después de que presionara a mi gente en el Congreso a frenar la ayuda militar a Ucrania?
P: Bueno, sí, Donald…pero ya sabés…necesito estar seguro de que me harás más favores…
T: Pero ya sabés que podés confiar en mí. Te lo he demostrado más de una vez, ¿No recordás que declaré que tu invasión de Ucrania fue una genialidad? Y, además, ya sabés que mi plan de paz para la guerra…
P: Ni “invasión” ni “guerra”, Donald, ¡te lo dije mil vece! ¡Se llama “la operación especial militar”!
T: Perdoná, perdoná…lo siento…No te alteres, Vlad…OK…como te decía…vos sabés que mi plan para poner fin a la operación especial militar es el mismo que el tuyo. Bueno es EL tuyo. Me lo mandaste por mail.
P: Demostrame que te acordás en qué consiste.
T: Y, a ver. Primero, ustedes los rusos se quedan con todo el territorio que han conquistado.
P: Bien. Correcto.
T: Segundo, Ucrania no entra en la OTAN. Tercero, nosotros los americanos cortamos los fondos a la OTAN por la mitad. Cuarto, antes del final de mi mandato nos salimos de la OTAN del todo, dejando a los europeos a defenderse contra ustedes solitos.
P: Co-rrecto, Donald. ¡Muy bien! Pero, quinto, no te olvides: organizaremos un golpe de estado, mataremos a Zelenski y Ucrania será nuestra, igual que Bielorrusia. Y vos no dirás nada, pero nada, en contra.
T: No, no. Al contrario. Te felicitaré por haber acabado con esa plaga de nazis que lidera ese payaso.
P: Tal cual, Donald. Te aprendiste el guión muuuy bien. Pero hay otra cosa. Mis amigos chinos me dijeron que te pidiera un favor. Y un favor a ellos es, como sabes, un favor a mí…
T: Vos mandás, Vlad.
P: Pues que cuando invadan Taiwan vos no interfieras. O sea, ca-lla-di-to.
T: ¿Taiwan? ¿Qué es eso? ¿Un plato con arroz?
P: Es un país. O, mejor dicho, una isla que los chinos dicen que es suya.
T: Ah. OK. Y oíme, recordame lo que querías que hiciera con Netanyahu…
P: Ah, sí. Nada de eso de presionarle para que dejen de aniquilar a más palestinos, como pretende ese viejo impotente de mierda Biden. Vos dale a Israel todas las armas que quiera. Cuántos más palestinos muertos, mejor.
T: Ah, recordame porqué…
P: Para que yo pueda denunciar al imperialismo yanqui y me presente ante los árabes, los africanos y el resto del famoso “Sur Global” como el defensor de los oprimidos, ya sabés…
T: Pero no lo dirás en serio, espero. ¿Me seguirás queriendo, no, Vlad?
P: Es todo un juego, Donald. Un juego. Te querré siempre. En el fondo somos lo mismo, vos y yo.
Publicado en Clarín el 3 de noviembre de 2024.
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