sábado 23 de noviembre de 2024
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Te la debo

Yo debo, tú debes, todos debemos

Según un último informe del FMI la deuda pública mundial será, antes de 2030 igual al tamaño de la economía mundial. Eso quiere decir que países pobres y ricos hemos gastado más de lo que teníamos, aunque es obvio que los ricos han gastado más que los pobres en este mundo regido por el desequilibrante sistema capitalista.

Si a este panorama le agregamos que el futuro es sombrío en términos de recuperación, concluimos que algo habrá de cambiar. Porque un mundo cargado de ancianos, necesitado de invertir en tecnologías limpias para evitar el colapso planetario y jaqueado por gastos de defensa no parece ser el escenario para resolver los enormes problemas de gobernanza global con instituciones internacionales perimidas y movimientos populistas que se alejan de la democracia y se acercan al autoritarismo.

Se estima que la deuda pública mundial superará los 100 billones de dólares a finales de año (o aproximadamente el 93% del PIB mundial), según las nuevas proyecciones del Fondo, en las que las dos economías más grandes (Estados Unidos y China) están a la cabeza del aumento. Ya es un clásico de cada año que el Congreso de los EE.UU. debata endeudar al país cada vez más para hacer frente a las necesidades del gobierno federal del año entrante. La potencia del norte tiene hoy una deuda pública igual a su PIB anual.

Estados Unidos ya está prácticamente en ese punto, con una relación deuda/PIB de alrededor del 100%. Este es un mensaje para los que todavía sostienen con alma de almacenero que no se puede gastar más de lo que entra. Hermosa excusa para redirigir recursos al pago de los acreedores que, a su vez, serán los futuros “inversores” rain makers de la lluvia de dólares que tanto se añora.

Los billones gastados en transición tecnológica, infraestructura, cuidado de ancianos y armas para los diferentes conflictos que proliferan y aumentan, sólo prometen agrandar el boquete fiscal de una economía mundial que es un verdadero agujero negro.

Mientras en nuestro país se pregona la austeridad fiscal hasta que duela, ambos candidatos a la elección más importante del año y de la historia, tal vez, Kamala Harris y Donald Trump, hacen campaña con promesas de mayor gasto. Mientras aquí el presidente grita que “no hay plata” Emanuel Macron en Francia enfrenta una “rebelión de los mercados financieros” que le piden controlar el gasto, una tarea imposible frente a facciones políticas que hicieron campaña con promesas de mayor gasto público.

Si, a Macron se le dispara el “riesgo país” (¿O riesgo París?) y le resulta cada vez más caro financiar su gobierno. Un genio de las finanzas declara a un medio: “Europa, incluso el Reino Unido, está atrapada en esta situación en la que la solución para aumentar el crecimiento pasa por el gasto fiscal. Pero cuando gastan, los mercados los castigan”. Nada nuevo. La pregunta es ¿Hasta cuándo nos vamos a correr la cola?

La deuda de Francia ha aumentado al 112% del PIB, desde el 98% que tenía antes de la pandemia de Covid 19. La Unión Europea exige a los miembros que mantengan la deuda total por debajo del 60%. Reglas de la UE: eso sí que es hojarasca.

La economía francesa, como la de los países centrales pos pandemia, se tambalea después de un período prolongado de altas tasas de interés. Los franceses no tienen entusiasmo alguno por el ajuste fiscal, tal como lo demostraron las protestas del año pasado por el aumento de la edad de jubilación y las huelgas de los subsidiados productores agropecuarios que llenaron de bosta cuanto edificio público encontraron. ¿Esa Francia va a apoyar la firma de un tratado de libre comercio Mercosur-UE? Más hojarasca.

Otro informe reciente elaborado por el Banco Mundial muestra que los países más pobres del mundo tienen en conjunto más deuda ahora que en cualquier otro momento de los últimos 18 años.

Como están las cosas, una conflagración global, acompañada de una “economía de guerra” sobre la que no se puede discutir, parece ser la solución sistémica en la que ha desembocado el capitalismo durante el siglo XX para darse un respiro. Para hacer un stop & go global que prepare las bases para un nuevo ciclo de crisis.

Publicado en Relato mata dato, blog del autor.

Link https://relatomatadato.blogspot.com/2024/10/yo-debo-tu-debes-todos-debemos-segun-un.html

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