En una entrevista con Clarín, el politólogo, Martín D’Alessandro, juzgó que el peronismo está en un estado prácticamente de parálisis “y probablemente sea el peor momento de toda su historia”; dijo estar sorprendido por la persistencia en el apoyo en la opinión pública “a pesar de su retórica conflictiva y del ajuste”; consideró que “por ahora el único tema importante para el gobierno es la inflación y eliminar el déficit fiscal” y por lo tanto se trata de “una gran apuesta”, aunque advirtió que “puede ser que se agote esta agenda”, tras lo cual juzgó que resulta a la vez “preocupante porque no tiene otras líneas términos de perspectivas de desarrollo de políticas o proyectos de mediano plazo”; advirtió que el riesgo de que se profundice la crisis y emerja un mayor hastío de la sociedad “siempre existe” porque “Argentina es un caso inédito de decaimiento y declinación”, en tanto que opinó que parece difícil que algún sector político pueda capitalizar la reacción sociales que se corporizó en la última marcha en defensa de las universidades.
Tras algunas consideraciones a instancias de una serie de consultas en la entrevista con el periodista, Emiliano Russo, consideró que el sistema de Boleta Única de Papel no producirá muchos cambios en la escena política. “Es un cambio solamente en el instrumento de votación”, opinó, aunque destacó que “soluciona algunos problemas que la papeleta común tenía, como el robo de boletas, que era marginal” pero “no un problema de fraude porque en Argentina no hay prácticamente denuncias. Sí resuelve lo referido al dinero que reciben los partidos políticos para imprimir boletas electorales ya que muchas veces los más chicos, aunque no son los únicos, desvían parte de esos fondos para otras finalidades de campaña”.
D’Alessandro se focalizó en responder las preguntas que lo llevaron a reflexionar acerca del actual contexto político y, en ese marco, dijo estar sorprendido por “la persistencia en el apoyo en la opinión pública” que ha logrado el gobierno de Milei “a pesar de su retórica conflictiva y del ajuste”, dijo y rememoró que la elecciones en las que al libertario lo llevaron a la Presidencia fue “la más disruptiva desde la llegada de (Juan Domingo) Perón pero eso no quiere decir que pueda construir políticamente lo que hizo aquél líder”, alertó
Cuando se lo consultó acerca de si no percibía una caída en el respaldo de la sociedad a Milei, el politólogo respondió: “Pareciera ser que está empezando a bajar un poquito ese apoyo pero todavía sigue siendo muy sólido. Si las elecciones fueran hoy las ganaría”, aventuró, aunque dijo luego: “Pero me gustaría prender una luz de alerta porque el Gobierno confía demasiado que ese apoyo va a ser persistente. Debiera profundizar la negociación con otros sectores porque la opinión pública es un aliado del que siempre hay que siempre desconfiar y puede ser cruel”, apuntó D’Alessandro, quien preside la organización Poder Ciudadano.
En esa dirección y al consultárselo si alcanza que el gobierno se centre en la lucha contra la inflación para evitar que pesen otros problemas, D’Alessandro consideró: “Puede ocurrir que haya otras demandas. Por ahora el único tema importante para el gobierno es la inflación y eliminar el déficit fiscal. Es su gran apuesta. Puede ser que se agote esta agenda” y cuando se le planteó que a Mauricio Macri le ocurrió ello en el 2018, reflexionó: “Por ahora el Gobierno está manejando esa narrativa muy bien. Pero es un doble problema porque su abanico de perspectivas y de opciones para gobernar un país difícil como Argentina no va mucho más allá de esos dos puntos. Entonces es preocupante porque no tiene otras líneas términos de perspectivas de desarrollo de políticas o proyectos de mediano plazo”.
En otro pasaje de la entrevista, D’Alessandro, ante una consulta sobre si veía algún riesgo que se profundice la crisis y emerja un mayor hastío de la sociedad, respondió: “El riesgo siempre existe sobre todo porque Argentina es un caso inédito de decaimiento y declinación. No hay ningún país en la historia del mundo que, al menos siendo democrático, haya fracasado de esta manera y llevado la pobreza del 8% al 52%. En una situación social escandalosa, el riesgo del estallido no debería descartarse nunca. La habilidad de la política es en parte administrar los conflictos que pueden ser dañinos, tratar de canalizar las expectativas y brindar a los diferentes sectores un horizonte de posibilidad. El gobierno no lo está haciendo sino más bien insiste sobre los males que su triunfo evitó. Por otro lado también es cierto que no se recortó la política social”.
De todos modos, ante el planteo de que el gobierno no estaría registrando el deterioro que sufre la clase media, el politólogo contesto que ello “es probable” pero “en cualquier caso el punto es que debiera tener una estrategia más sofisticada para conseguir el déficit cero y trabajar en una hipótesis, que ojalá que no ocurra, porque si hay un estallido social sería peor para todos. Y debiera entonces trabajar en cómo evitar ese extremo”.
Al preguntársele que rol observaba para Mauricio Macri en el actual escenario político y si veía la posibilidad de una confluencia del PRO con La Libertad Avanza en los comicios del 2025, respondió: “Está en una posición difícil porque está al frente de un partido que se está astillando. Entonces en estos momentos los líderes tienen que decidir si van a hacer sacrificios para mantener la unidad o si evalúan que ya está roto y por lo tanto tiene que buscar otra estrategia. Un sector del PRO que responde a Patricia Bullrich está apostando por la integración dentro del gobierno o en alguna formulación intermedia. Y la posición de Macri es difícil porque colaboró mucho perjudicando a su propio partido para que Milei ganara. Y ahora se ven las consecuencias de esas decisiones. Por lo tanto es presidente del PRO pero esto no parece suficiente como para poder mantener al partido unido y con ello mantener una gravitación política”.
Definió como “inédita” la forma de gobernar de los hermanos Milei y la incorporación de Santiago Caputo al trípode de poder y explicó que en ese esquema “no hay un partido ni una idea clara de hacia dónde ir o una concepción ideológica compartida. Hemos visto que muchos de sus miembros y sus seguidores tienen tremendas confusiones respecto de lo que significa el libertarismo. No hay un cemento o pegamento que una a los diferentes sectores del gobierno”, planteo D’Alessandro.
Esta consulta y su respuesta llevó a que se le plantear que el giro del gobierno respecto a la relación con China fue sintomático ante lo cual D’Alessandro contesto: “Así es. Tampoco hay antecedentes de que las 3 personas más importantes del gobierno carezcan casi por completo de algún tipo de experiencia o interés por la política. Si bien esa inexperiencia es algo que la sociedad demandaba, como en cualquier trabajo, la experiencia ayuda a evitar errores y estamos viendo algunos. Cuando uno gobierna un país y tiene que establecer relaciones con otras naciones -y de esas iniciativas depende una parte importante de la vida de millones de personas- los libros indican que ciertas dosis de prudencia y responsabilidad son adecuadas. Y, en cambio, los integrantes de ‘este triángulo de hierro’ expresan un poco lo contrario”.
En la entrevista, la charla derivó en una consulta acerca de si Cristina Fernández de Kirchner está obturando la renovación del peronismo y, al respecto, respondió: “No es su responsabilidad promoverla en tanto ella sigue siendo su líder más importante. Nadie se auto-jubila. Es esperable que líderes de su envergadura no se retiren la política. El problema es que una de las virtudes que han hecho del peronismo históricamente un partido muy poderoso es justamente que tenía una gran capacidad de renovar sus dirigencias y de conectar nuevamente con las nuevas demandas de la población Y ahora vemos todo lo contrario”, reflexionó y, entonces, se le planteó que por ello que el kirchnerismo sigue bajo el relato de la ´década ganada’. “Exacto. Entonces sigue un mismo relato de hace 20 años y para la dinámica que siempre fluye en la política quedó muy viejo. Por eso (el peronismo) está en un estado prácticamente de parálisis y probablemente sea el peor momento de toda su historia. No puede volver a estar en sintonía con la población”.
Cuando se le preguntó si algún sector podrá capitalizar la reacción pública que se corporizó en la reciente marcha universitario, el politólogo juzgó que parece difícil que ello pueda ocurrir “porque la propia naturaleza del sector universitario es muy transversal y también porque la elección de Milei supone un hartazgo y un hastío con todo el orden político anterior del que la gente quiso salir a cualquier precio. Y no creo que vaya a considerar tan fácilmente de nuevo a esos mismos actores si es que no hacen una gran tarea de renovación. Más bien vemos una prolongación de peleas internas de las que la sociedad se aleja”.