jueves 31 de octubre de 2024
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El 7-O, un pogrom en el siglo XXI

Se cumplirá, este lunes, un año de aquel día de terror en el sur de Israel. El sábado 7 de octubre de 2023 se produjo una de las masacres hacia los judíos más sangrientas y crueles desde 1945, la peor en la historia israelí. Cientos de militantes armados de la organización Hamas asesinaron cerca de 1200 personas y tomaron alrededor de 240 rehenes que fueron llevados a Gaza.

Algunos entre ellos murieron desde entonces, hubo rescates y otros -se calcula que entre 50 y un centenar- permanecen en cautiverio. La crónica, hora por hora, de esa matanza se puede leer en Un pogrom en el siglo XXI, libro publicado en estos días por Marea. Es el resultado de semanas de investigaciones de un equipo de corresponsales franceses de la revista Le Point, piloteado por Jeremy André, que reconstruyeron en breves crónicas aquel raid enloquecido de sangre, balas y muerte.

El pogrom alude a un término de origen ruso acuñado en el siglo XIX para designar actos de violencia vandálica contra los judíos bajo el imperio de los zares. Posteriormente se utilizó la palabra para calificar ataques masivos contra otros grupos y lugares, en diferentes épocas. Esto fue eso: un pogrom en el siglo XXI.

Eran las 6:30 AM de aquel 7 de octubre, hace un año, cuando un estruendo de cohetes comenzó a aturdir en el sur del territorio israelí. Drones sobrevolaban para neutralizar las cámaras y ametralladoras del muro de seguridad que separa la Franja de Gaza.

Al mismo tiempo, grupos de atacantes traspasaban el muro por túneles, llegaban en motos y a pie o aterrizaban en parapentes, armados hasta los dientes, ingresando a los kibutzim vandalizando casas y perpetrando asesinatos, disparando o acuchillando a los asistentes a un festival de música al aire libre. Transmitían todo en directo desde sus teléfonos móviles. “Los asesinos llegaron de a cientos. Mataron y siguieron matando con balas o cuchillos, a familias, niños y ancianos, incluso a mujeres embarazadas. Violaron y mutilaron para humillar y aniquilar. Los asesinos reían, se filmaban, se mostraban orgullosos por los teléfonos”.

El objetivo fue asesinar la mayor cantidad de judíos y capturar rehenes. Lo que lograron es atizar el fuego del antisemitismo y su contracara, la islamofobia. Y desatar una masiva ofensiva de represalia de Israel en Gaza, un recrudecimiento del conflicto en Oriente Medio de conclusión y derivaciones aún inciertas. Un puñal clavado en la conciencia civilizada de la humanidad sobre la que se construyó el mundo de posguerra. Ese mundo que tambalea y sacude al concierto de las naciones.

Están las voces de los sobrevivientes; los últimos mensajes rescatados de celulares de las víctimas enviados a sus seres queridos; las palabras de soldados veteranos y de expertos en catástrofes y los llamativos informes previos con los que contaban los servicios secretos israelíes sobre un inminente ataque programado metódicamente desde tiempo atrás. Y la apelación a una convicción ferviente: el horror y la deshumanización no deben ser naturalizados.

“Estas atrocidades -lamenta el escritor y periodista argelino Kamel Daoud en el epílogo de este libro- no fueron suficientes para despertar las conciencias y distinguir entre Palestina, que tiene derecho a un territorio, la vida de sus ciudadanos, y estos monstruos”. “Estos muertos nos interrogan y también nos condenan mientras que no nos ubiquemos del lado de lo sagrado de la vida. En Israel y en Palestina”. Del lado sagrado de la vida. A uno y otro lado de las fronteras, muros, cercos y grietas. También eso enseñaron las grandes religiones, en nombre de los cuales se mata y se justifican guerras.

Publicado en Clarín el 5 de octubre de 2024.

Link https://www.clarin.com/opinion/7-pogrom-siglo-xxi_0_5iYB7gSe93.html

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