La sanción de la Boleta Única significa un gran paso adelante para nuestra democracia, porque con este instrumento es el Estado el que garantiza la presencia de toda la oferta electoral en el cuarto escuro, para que el elector pueda seleccionar su preferencia sin limitaciones. A partir de la implementación de esta reforma el elector siempre va a poder votar al candidato que quiere al estar todos representados en la boleta, terminando así con el faltante o robo de boletas frecuente en los comicios. Esto es en sí mismo un gran avance.
Del mismo modo, la ley garantiza el derecho a ser elegido por parte de los candidatos, al asegurar una competencia justa entre partidos grandes y chicos. Es que el sistema de boleta partidaria usado hasta ahora resultaba una ventaja superlativa para los grandes aparatos políticos que contaban con capacidad económica y logística para imprimir más boletas, repartirlas y garantizar la presencia en el cuarto oscuro.
Por estas razones destacamos a la boleta única como el instrumento que ataca las malas prácticas como el voto en cadena.
Como si esto fuera poco, la BUP es mucho más económica y mucho más sutentable. El derroche del sistema actual era inexcusable. Un dato lo representa de manera contundente: del total de papeles impresos solo se usaba el 5% en los comicios. Un absoluto despilfarro de recursos.
Presenté mi primer proyecto de BUP en el año 2008 siendo diputado nacional por la Coalicion Civica; desde entonces he visto muchos esfuerzos de distintos dirigentes, legisladores y la sociedad civil. Estamos ante un logro por ende tan esperado como necesario.
Discusión superada
La conveniencia de la BUP es una discusión superada por casi todos los países del mundo. La historia muestra que la transición hacia una boleta que reúna toda la oferta electoral implicó una mejora en las prácticas electorales en cada país donde se implementó.
Comenzaron en la segunda mitad del Siglo XIX Australia, Estados Unidos y Canadá; pero también cada uno de los países latinoamericanos, con la excepción de Argentina y Uruguay.
A medida que fueron consolidando sus democracias los países optaron por la boleta única para superar los problemas mencionados de las boletas partidarias. Por eso no es casual que ningún país que adoptó la boleta única haya vuelto a las boletas partidarias.
Debemos reconocer el logro de las provincias de Córdoba, Santa Fe, la Ciudad de Buenos Aires y Mendoza que implementaron ya hace tiempo la BUP poniendo en evidencia el avance institucional que significó en materia de transparencia, equidad electoral y cuidado del medio ambiente. La amplia aceptación ciudadana en dichas provincias es una muestra de ello.
El camino recorrido encontró sentido hoy con la sanción de la Cámara de Diputados. Dejar atrás un modo de votar anacrónico y pasar a un sistema que garantiza más transparencia y equidad es una forma relevante de mejorar nuestras prácticas democráticas.
Publicado en Clarín el 2 de octubre de 2024.
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