viernes 18 de octubre de 2024
spot_img

Vivir y morir en un Tupper

Millones de recipientes herméticos Tupperware y similares se han vendido en el mundo como para llenar de microplásticos todos los rincones de la tierra, pero luego de 78 años la empresa que fundara Earl Tupper dio las hurras.

Quebró la estadounidense Tupperware, con sede en Orlando, la empresa que construyó un emporio en base a su sistema exclusivo de ventas. No es que sus productos fueran malos, pero el éxito lo constituyó el ejército de revendedoras que mediante las “reuniones Tupperware” reunían en su casa a una cantidad de amigas y vecinas a las que les hacían demostraciones de los productos y, obviamente generaba una red de contactos que tenía a los cacharros de plástico como centro pero que funcionaban como grupos de pertenencia en los que se jugaban otras cosas. Las reuniones fueron las pioneras del marketing en vender “experiencias” asociadas a productos.

El sistema utilizado por empresas como la cosmética Avon y otras vinculadas a la esfera femenil, tuvo su auge en las décadas de los ’50 y ’60. Pero la sociedad ha cambiado, la esfera femenil no está tan clara y los nuevos hábitos de compra y consumo dejaron el “Ágora Tupper” vacía. Tal vez hayan emigrado a la nube, ese “no lugar” en donde no hay nada, pero hoy reside todo, y en vez de revendedoras hay influencers que son cajas vacías disponibles para vender cualquier producto o servicio.

La empresa aduce dificultades para refinanciar su deuda de 812 millones de dólares – algunos dicen que un pasivo de 10.000 millones – y un “creciente costo de las materias primas, en mayores salarios y de transporte que afectaron sus márgenes de ganancias”, tal como dijo la directora ejecutiva de Tupperware, Laurie Ann Goldman, en una declaración poco creíble.

Con su sistema de ventas desactivado a principios de siglo en los 70 países en los que funcionaba, la empresa fue diversificando con la venta en línea y en grandes tiendas estadounidense como Target. Sin embargo, las nuevas generaciones no parecen haber respondido al mero producto o bien han optado por las versiones chinas económicas del contenedor hermético y sus derivados. En cualquier caso, lo que parece haber sido la causa de su caída es la obsolescencia de un método que la llevó a la gloria.

Dicho método fue utilizado también para la política. En la apertura democrática argentina de 1983, entre las nuevas técnicas de marketing político desplegados por los partidos mayoritarios, la UCR propició “reuniones Tupper” para difundir su plataforma y la figura de su candidato Raúl Alfonsín, una especie de proto micro militancia.

La expresión “vivir en un tupper” se aplica a aquellos que viven desconectados de la realidad, una realidad relacional entre las personas de carne y hueso que se está desvaneciendo a pasos agigantados. Hoy la realidad está, curiosamente, instalada en la nube. A través de ella conseguimos pareja, productos, servicios, préstamos, formación, casi todo. El marketing es ahora el dictat de la nube. La realidad ahora es ese Tupperware gigantesco al que estamos ligados con nuestros dispositivos todo el día.

Publicado en Relato mata dato el 20 de septiembre de 2024.

Link https://relatomatadato.blogspot.com/2024/09/vivir-y-morir-en-un-tupper-millones-de.html

spot_img
spot_img

Veinte Manzanas

spot_img

Al Toque

Alejandro Garvie

La victoria de Trump sería el fin de la República y el ocaso de la democracia liberal

Rodolfo Terragno

Aerolíneas: privatizar no se improvisa

Alejandro J. Lomuto

Entre Lula y Bolsonaro, vuelve a hacerse fuerte el amplio centro en Brasil