Se ha puesto de moda que cada partido o coalición que llega al gobierno en nuestro país proponga e intente derogar las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias; lo intentó Cambiemos, luego el Frente de Todos y ahora La Libertad Avanza. En una política ultra polarizada donde casi no existen coincidencias, el suprimir las PASO parece ser la única y extraña excepción.
Desde su creación en el año 2009 por la Ley 26.571, las PASO se han aplicado en ocho oportunidades y junto con otras instituciones creadas por esa misma ley, como la distribución equitativa de la publicidad electoral, han contribuido a que nuestro sistema partidario se vuelva algo más ordenado, abierto y representativo de lo que era hasta entonces.
En segundo lugar, las PASO y las elecciones generales deben estar muy cercanas en el tiempo, separadas por tres o cuatro semanas como máximo. Esto se puede lograr haciéndolas parte del mismo proceso electoral y utilizando los grandes avances tecnológicos de los últimos años. Con esto no solo se reduce el calendario electoral, sino que se induce a los candidatos que tengan competencia en un mismo espacio político a ser más propositivos y menos confrontativos hacia adentro ya que inmediatamente tendrán que salir a buscar los votos del conjunto.
Tercero: debe adecuarse el reparto de los espacios audiovisuales gratuitos a las transformaciones recientes en la comunicación, reduciendo significativamente el tiempo de los avisos radiales y televisivos que los vuelve redundantes y aburridos y ampliándolo a las redes y plataformas.
Finalmente, otra reforma interesante sería la de permitir en el caso de las elecciones presidenciales que se elija solo el candidato a presidente pudiendo el ganador después de su victoria designar a quien lo acompañe en la fórmula para permitir acuerdos al interior de los partidos o coaliciones.
De aplicarse estas modificaciones, las PASO seguirían produciendo efectos positivos y dejarían de generar problemas, mientras que si simplemente se eliminan, se perdería todo lo bueno y se complicarían mucho las elecciones generales por la enorme cantidad de fórmulas que se presentarían generando gastos inmensos e impidiendo en los hechos cualquier idea de boleta única.
Los argumentos en términos de ahorro que sostiene el actual gobierno para proponer la supresión de las PASO son falaces, especialmente si se acepta la idea de convertirlas en optativos para los ciudadanos y en consecuencia mucho más baratas. Si se eliminan las PASO, las decenas de fórmulas que se presentan actualmente en ellas competirían directamente en la elección general recibiendo todo el financiamiento para boletas y gastos y los espacios audiovisuales que les corresponden. Recordemos que en nuestro país existen más de 700 partidos políticos y casi 50 de ellos son nacionales.
Para finalizar, podemos decir que las modificaciones legales que proponemos, en el caso de aplicarse, nos permitirían continuar mejorando nuestra institucionalidad política profundizando la democracia, la representación política y la equidad tal como sostiene el nombre de la ley que queremos reformar.
PUblicado en Infobae el 18 de septiembre de 2024.
Link https://www.infobae.com/opinion/2024/09/18/llego-el-momento-de-reformar-las-paso/