Maxi Abad, senador nacional de la UCR, efectuó un contundente discurso en la sesión de la Cámara Alta durante el tratamiento de la Ley de Bases y el Paquete Fiscal que remitió el Gobierno.
Mayormente cuestionó las actitudes del presidente Javier Milei, además de establecer su criterio sobre las políticas de desarrollo que deben imperar para constituir otro país.
“No quiero una Argentina que despierte curiosidad por las extravagancias. Quiero una Argentina que inspire confianza. No acepto la falta dicotomía entre Estado mínimo y Estado omnipresente, quiero un Estado inteligente, capaz de anticipar escenarios, de equiparar las condiciones de desarrollo para todos los argentinos y que incentive al sector privado, que lo haga crecer, que genere producción y empleo. Si queremos un Estado desarrollado, para que en algún momento la Argentina vuelva a ser una potencia, hay conductas que no deben ser excepcionales, sino que tiene que ser cuestión de todos los días, y eso es el respeto a los valores republicanos y democráticos, eso es el diálogo abierto y respetuoso, y eso es el rechazo a la violencia en todas sus formas”, señaló.
Después de describir lo vivido en los días previos a la sesión, Abad puntualizó los cambios que el radicalismo introdujo al proyecto: “Propusimos alternativas superadoras para los trabajadores, para los sectores de la economía informal, para la clase media, para la industria nacional y para el complejo científico de tecnológico. Y también rechazamos con argumentos, y de cara a la sociedad, muchas iniciativas en el marco de artículos que van en contra del modelo federal, del modelo de país moderno y justo por el que todos nosotros trabajamos”.
Ni Aerolíneas ni el Correo
También indicó que se propuso “la deducción de hasta 3 millones de pesos en la cuota de los créditos hipotecarios para que el Estado deje de ser una traba e impulse a miles de familias de nuestro país al sueño de la casa propia. Planteamos la restitución del Monotributo Social porque esto formaliza y al mismo tiempo protege a sectores de la economía informal y a sectores de la economía popular, y la continuidad del Banco Nacional de Datos Genéticos, la defensa de Aerolíneas Argentinas, la defensa de Radio Nacional y Televisión Nacional y el Correo. Además, el sostenimiento del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero, y el financiamiento de los organismos que conforman el sistema científico y tecnológico, porque sin la innovación no hay futuro”.
En otro momento sostuvo que se necesita razonabilidad, moderación y pragmatismo para salir adelante. “Fue un gran error del Gobierno Nacional darle a esta ley una épica fundacional, porque hacerlo implica barrer con todo lo anterior, y la Argentina no necesita más divisiones, necesita que los argentinos se abracen y se encuentren para ir a buscar ese futuro que nos está esperando”.
Reclamó garantizar el funcionamiento del sistema educativo “en todos los niveles en forma general y el universitario en particular, y que hay que trabajar para lograr recomponer el salario de los dos docentes y los no docentes que han perdido más de un 40% del poder adquisitivo en lo que va del año, porque sin educación no hay futuro, porque la Argentina saldrá adelante si tiene más y más educación, y ahí hay que hacer un gran acuerdo nacional que genere una revolución educativa para ir a buscar ese objetivo”.
No a las facultades delegadas
Su voto negativo hacia las facultades delegadas tuvo como fundamento que, para otorgarlas, “hay que tener madurez. Y este Gobierno permanentemente se caracteriza por los conflictos y los insultos. Si el Presidente dice permanentemente que viene con el objetivo de destruir un Estado, que es el que da respuesta a lo largo del tiempo a muchos ciudadanos, cómo vamos a lograr este objetivo si permanentemente se desprestigia el Congreso y a la Justicia y se ataca a opositores y a periodistas. El Gobierno tiene que recapacitar”.
A esto lo refrendó recordando que viene de “un partido que no le dio facultades extraordinarias a Néstor Kirchner, a Cristina Kirchner, a Mauricio Macri ni a Alberto Fernández, porque cada vez que vinieron a pedir un cheque en blanco ahí estuvo la Unión Cívica Radical para decirle al gobierno de turno que de ninguna manera vamos a garantizar la discrecionalidad, y si no lo hicimos en aquel entonces, yo tampoco quiero hacerlo en este momento, porque este Gobierno tiene que demostrar madurez, que no desprestigia a las instituciones, sino que las fortalece, porque el fortalecimiento de las instituciones es un prerrequisito para sacar a la Argentina del atraso y llevarla al camino del progreso y el desarrollo, y este Gobierno tiene que dejar de decir que va a vetar todas las iniciativas del Congreso que no le gusten, porque esas iniciativas son producto de un debate democrático y de representación popular. Por eso yo no voy a acompañar las facultades extraordinarias delegadas”.
Finalmente, abogó por la existencia de instituciones sólidas para abrazar un futuro de desarrollo. “Si lo que busca el Gobierno es transformar para crecer, necesitamos institucionalidad sana, división de poderes, provincias fuertes y autónomas, acuerdos básicos amplios y perdurables, pero esos acuerdos no pueden ser acuerdos de adhesión. La Argentina necesita acuerdos de concertación, que es encontrar objetivos comunes a partir de la diferencia en la construcción de esa Argentina del futuro”.