sábado 7 de septiembre de 2024
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Milei, en el espejo de Juan Manuel de Rosas

Desde su asunción, Javier Milei se presenta como el heredero de Juan Bautista Alberdi e intenta legitimar sus ambiciones de cambio en las líneas trazadas por el célebre letrado tucumano. No nos sorprende el uso político de la historia en pos de establecer una narrativa refundacional.

El kirchnerismo es el ejemplo más reciente de una usina de relatos e imágenes sobre el pasado destinada a justificar sus cursos de acción en el presente. No es mi propósito cumplir el papel de correctora de las estereotipadas y engañosas visiones históricas que acuñan los gobiernos de turno, sino advertir sobre una llamativa paradoja.

El actual presidente, aunque dice estar inspirado en Alberdi, evoca al personaje que ha calificado de “tirano”. Los pasos transitados en su corta trayectoria política lo acercan mucho más a la figura de Juan Manuel de Rosas, y seguramente sin advertirlo, a uno de los héroes preferidos de Cristina Fernández de Kirchner, que a la del autor de las Bases.

Se podrían esgrimir variadas razones para apoyar esta clave de lectura. Entre otras, la particular combinación de principios del liberalismo económico y del pensamiento conservador y reaccionario respecto del orden social que presentan el rosismo de ayer y el gobierno libertario de hoy.

Mi argumento apunta, sin embargo, a cuatro aspectos cruciales que forman parte de las agendas globales contemporáneas: la emergencia de outsiders que logran imponerse a sus competidores; la polarización política como un eficaz mecanismo para amasar poder; la manifestación de una voluntad a ultranza que no depende de un proceso de deliberación, sino de la decisión de quien detenta la autoridad; y la reivindicación de la democracia plebiscitaria.

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