En el marco de los 40 años de la recuperación democrática, hemos dirigido y presentado junto a Eduardo Fidanza, director de Poliarquía, la Tercera Encuesta de Cultura Constitucional.
Fue realizada por Poliarquía y pudo concretarse con el apoyo de IDEA Internacional y de la Facultad de Derecho de la Universidad Austral y su decano, Manuel García Mansilla.
Es la continuidad de las dos anteriores, de 2004 y de 2014, impulsadas desde la Asociación Argentina de Derecho Constitucional y publicadas como libros por la Universidad Autónoma de México, en 2005 y Eudeba, en 2016, como parte de un proyecto regional, que cuenta con tres encuestas en nuestro país y en México y una en Bolivia y en Costa Rica.
La debilidad del compromiso de la sociedad argentina con su Constitución y las leyes, una elevada percepción de desigualdad ante la ley, una democracia de baja calidad agravada por la falta de confianza en sus instituciones son algunas de las principales conclusiones que surgen de la Tercera Encuesta, confirmando el resultado de las dos anteriores.
Tampoco hemos logrado fortalecer el Estado de Derecho, es decir, “la subordinación de todo poder al Derecho, desde el nivel más bajo hasta el más alto” (Norberto Bobbio).
Por el contrario, se ha venido imponiendo el gobierno de los “hombres” en lugar del de las “instituciones y de las leyes”, atento la violación sistemática del orden normativo.
Prueba de ello, es la profundización del hiperpresidencialismo, que se advierte en todos los órdenes gubernamentales, con graves afectaciones del sistema republicano y federal.
Sus atributos principales –la igualdad ante la ley, la responsabilidad de los funcionarios públicos, el equilibrio de poderes, la transparencia y la publicidad de la cosa pública, los principios federales y la plena autonomía de los gobiernos subnacionales- siguen siendo débiles o ausentes.
Especial gravedad reviste la incapacidad del Estado para perseguir el narcotráfico, el crimen organizado, la corrupción y la investigación de delitos que quedan impunes.
Por la acotada extensión de este artículo, sólo expondremos algunos resultados vinculados específicamente a la cultura constitucional y de la legalidad, ya que la Encuesta abarca otras cuestiones de significativa importancia sobre nuestra democracia, valores sociales y confianza en las instituciones.
En relación a la importancia de la Constitución Nacional se ha producido un descenso del 91 % al 83 % entre quienes así lo consideraron en la encuesta de 2014 y en la última.
Respecto al conocimiento de la Constitución nacional un 70 % reconoce que la conoce poco o nada y de la Carta Orgánica Municipal, ese desconocimiento se eleva a un 86 %. En la pregunta si conoce el año de sanción de la Constitución, sólo un 13 % respondió correctamente y en relación al año de la última reforma constitucional, sólo un 17 % lo hizo acertadamente.
Sin embargo, respecto a si los argentinos cumplen la Constitución y las leyes, disminuyó la respuesta negativa de un 83 % a un 70 %. En relación al incumplimiento de la Constitución, un 69 % había sostenido en 2014 que se cumplía poco o nada, pero ahora ello aumentó a un 78%.
Respecto a la causa principal del incumplimiento de la Constitución y de las leyes, nuevamente la primera fue por el mal funcionamiento del Poder Judicial, que aumentó de un 33 % a un 52 %.
Sobre los violadores del cumplimiento de las leyes, los resultados indican en primer lugar al gobierno federal, luego a los gobiernos provinciales, a las demás personas y por último a cada uno de los entrevistados.
La pregunta si a veces es necesario violar la ley, tuvo una respuesta afirmativa es de un 36 %, pero lo muy grave es que en el análisis etario ese porcentaje de los jóvenes entre 18 a 29 años alcanzó al 60%.
Respecto al otorgamiento de facultades legislativas al Poder Ejecutivo por parte del Congreso, aumentó el rechazo al 58%, y en cuanto al dictado de Decretos de Necesidad y Urgencia, dicho rechazo se elevó a un 70 %. En relación a la igualdad ante la ley, aumentó del 63 al 73 % los que consideran que no la hay, como otro dato de profunda significación.
Acerca de la falta de independencia de los jueces, aumentó la respuesta afirmativa de un 60% en 2014 a un 72 % en este año y respecto al nivel de respuesta del Poder Judicial, la respuesta negativa se elevó de un 71 % al 81 %, lo que indica la notable desconfianza en este Poder.
En relación al respeto a las autonomías provinciales por el gobierno federal, un 54 % respondió como en la anterior encuesta de 2014, de manera negativa.
Y respecto del traslado de la Capital Federal al interior del país, se redujo de un 42% al 40 % la respuesta negativa, por lo que aumentó levemente a un 54 % el porcentaje de quienes tienen algún tipo de acuerdo con dicha propuesta.
Se ha reafirmado que Argentina tiene una débil cultura constitucional y de la legalidad y sigue siendo una sociedad anómica, como lo señalara Carlos Santiago Nino, a quien recordamos a treinta años de su muerte.
Como lo sostuviese Nino en su libro “Un país al margen de la ley”, esta es una de las causas del subdesarrollo que es urgente y necesario superar.
Se requieren cambios muy profundos y una tarea de largo aliento para ello, empezando por la educación cívica y democrática, en base a los principios de la Constitución Nacional, tal como lo ordena la incumplida Ley 25.863.
Asimismo hay que aferrarse a la Ley Suprema, como única posibilidad para salir de la decadencia en que nos encontramos y gobernar para cumplir sus grandes fines enunciados en el Preámbulo, como lo recitaba el presidente Raúl Alfonsín hace 40 años.
Publicado en Clarín el 18 de diciembre de 2023.
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