Durante este año la Fundación Alem propuso en mayo y junio salidas ordenadas a la cuarentena. Sugerimos diálogos, consensos, concertación. Ofrecimos ideas y alternativas.
Estamos en noviembre y es posible afirmar que la estrategia del gobierno no dio buenos resultados. El costo es altísimo: en la combinación de la dureza del encierro con cantidad de fallecidos por coronavirus Argentina tiene de las peores situaciones mundiales. Tenemos una economía todavía mucho más golpeada que antes del encierro, con una caída récord del producto.
Nuestro enfoque partía de algunas premisas que procuraban combinar criterios político- institucionales, rigor técnico y sentido común. Seguimos sosteniendo esas premisas. La principal es que el abordaje de la pandemia tiene que ser equilibrado: no se puede basar en enfoques excluyentes -salud o economía, cuarentena o muerte, vida o educación- sino que tiene que apoyarse en un balance entre los cuatro pilares para la convivencia social durante la pandemia: sanitario, económico, social e institucional.
Había y hay que contribuir a que la vida de las personas se vea modificada lo menos posible, y durante el menor tiempo posible. Había y hay que segmentar y focalizar las intervenciones sanitarias, atendiendo prioritariamente a la población más vulnerable con mayor prevalencia de factores de riesgo, considerando las características regionales y los diferentes sectores y actividades.
Del mismo modo que hicimos en mayo y junio con propuestas de salida de la cuarentena, y en agosto cuando desarrollamos una propuesta para volver a las aulas, en este documento proponemos cinco recomendaciones para la política sanitaria para las nuevas fases (ASPO o DISPO) que de distinta manera en estos días se inician en el país:
1) Derogar todas las normas que establecen un Estado de excepción y normalizar la actividad del Congreso y la Justicia.
2) Definir planes claros para la normalización de las actividades. Vuelta a las aulas, soluciones para el transporte público.
3) Recuperar la credibilidad de la política sanitaria.
4) Definir y comunicar los escenarios posibles de evolución de la pandemia y las estrategias frente a cada escenario.
5) Modificar el esquema de asesoramiento experto.