La primera ministra italiana ha calificado de “noticias falsas” las quejas de los periodistas sobre la libertad de prensa en el país.
Traducción Alejandro Garvie
Mientras las instituciones y los organismos de control de la Unión Europea advierten sobre la salud del entorno mediático italiano, la primera ministra italiana se mantiene firme e insiste en que no hay ningún problema con la libertad de prensa. Por el contrario, afirma que los periodistas que denuncian que se está reprimiendo a los medios están manipulando la verdad.
Ambos bandos se han enfrentado por el informe anual sobre el Estado de derecho del ejecutivo de la UE, que concluyó que los medios de comunicación independientes del país estaban bajo amenaza. Tras su publicación, Meloni respondió con una carta dirigida a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en la que afirmaba que su equipo había caído en la trampa de las “noticias falsas”.
Meloni atribuyó posteriormente las observaciones críticas del informe a tres importantes periódicos de izquierda que actuaron como “partes interesadas” y manipularon las conclusiones de la Comisión.
“¿Quiénes son estas partes interesadas? Domani, Il Fatto Quotidiano y Repubblica”, dijo frente a las cámaras.
Los periódicos italianos de derecha siguieron el ejemplo y publicaron una lista de los llamados periodistas “anti-Meloni”.
“Hemos entrado en una fase nueva y más peligrosa”, dijo a POLITICO Francesca De Benedetti, editora senior del periódico Domani, y agregó que los periodistas están siendo “descritos como los agresores”. “Nos han retratado como el enemigo y el problema es que esto allana el camino para una campaña de odio”, dijo.
Desde los comentarios de Meloni el martes, organizaciones de libertad de prensa han denunciado campañas de desinformación por parte de medios pro gubernamentales y subrayado el peligro de crear listas de periodistas considerados antigubernamentales.
“El concepto de ‘periodistas anti-Meloni’ recuerda demasiado a las listas de proscripción, una práctica inaceptable que, por desgracia, nos lleva de nuevo al punto de partida: la deriva antiliberal que algunos quieren que adopte Italia”, afirmaron en un comunicado los dirigentes del FNSI, el sindicato de periodistas italiano.
Tanto Meloni como el ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, han negado repetidamente las acusaciones de que el gobierno socava la libertad de prensa.
Tajani, cuyo partido Forza es parte de la coalición gobernante italiana y de la familia del Partido Popular Europeo de centroderecha de von der Leyen, afirmó que no había violación de la libertad de prensa en Italia ya que “cada uno dice lo que quiere”.
En respuesta a quienes advierten de los riesgos para el estado de derecho en el país, insistió en que “no conocen la situación italiana”.
“Deriva democrática”
Sin embargo, una serie de incidentes de alto perfil desde que Meloni asumió el cargo ha alimentado la preocupación de los organismos de control sobre un retroceso democrático.
En junio, Meloni pidió al presidente italiano Sergio Mattarella que interviniera después de que periodistas encubiertos del medio de comunicación online Fanpage filmaran en secreto a miembros del ala juvenil del partido de extrema derecha Fratelli d’Italia de Meloni haciendo comentarios fascistas, racistas y antisemitas. Mientras que la líder italiana acusó a Fanpage de utilizar “métodos del régimen” para atacar selectivamente a su partido, Fanpage defendió sus métodos periodísticos.
El mes anterior, los periodistas de la radiodifusora estatal italiana RAI se declararon en huelga para protestar contra lo que su sindicato calificó de “control asfixiante” por parte del gobierno. El sindicato afirmó que la administración de Meloni estaba “intentando convertir a la RAI en un portavoz del gobierno”. Tanto la RAI como el gobierno han negado las acusaciones.
De Benedetti, de Domani, dijo a POLITICO que el debate sobre la independencia de la RAI ejemplifica una tendencia a la baja más amplia en la libertad de prensa desde que Meloni asumió el cargo. En los últimos años, el gobierno de Meloni ha presentado múltiples demandas por difamación, las más destacadas contra Domani y el periodista Roberto Saviano.
“En Domani fuimos los primeros en vivir estos ataques, pero ahora la situación ha alcanzado proporciones enormes”, afirmó.
Este año, Italia descendió cinco puestos en el informe anual sobre libertad de prensa en el mundo de Reporteros sin Fronteras, y se ubicó en el puesto 46. Polonia, Hungría, Malta, Albania y Grecia fueron los únicos países europeos que obtuvieron una puntuación más baja.
Las violaciones documentadas de la libertad de prensa —como ataques físicos, acoso o abuso psicológico, ataques a la propiedad, censura e incidentes legales— han aumentado en Italia desde que el gobierno de Meloni asumió el cargo, según el informe Media Freedom Rapid Response (MFRR) .
Entre octubre de 2022 y junio de 2024 se denunciaron 193 incidentes, frente a los 75 de los 22 meses anteriores. Más de una cuarta parte de ellos estaban relacionados con acciones de funcionarios gubernamentales o públicos.
MFRR dijo a POLITICO que la dura reacción de Meloni a su informe confirma sus hallazgos.
“En este momento, en Italia no hay espacio para el periodismo crítico, porque, tan pronto como expresas ideas críticas, te conviertes en el blanco de ataques verbales y campañas de desprestigio, en su mayoría iniciadas por quienes detentan el poder político”, afirma MFRR.
El organismo de control también respondió a las acusaciones de que el informe fue escrito por los propios periodistas. “Los periodistas no fueron de ninguna manera coautores del informe”, afirmó MFRR.
Los ojos puestos en Von der Leyen
Los grupos de defensa de la libertad de prensa han pedido a la Comisión Europea que intensifique sus esfuerzos y refuerce su papel en la protección de la libertad de prensa en Europa.
En una carta conjunta a von der Leyen en julio, 26 organizaciones pidieron a la presidenta de la Comisión que garantizara que la libertad de prensa, la protección de los periodistas y el acceso al periodismo de interés público siguieran siendo altas prioridades políticas para ella.
Pero parece que estas prioridades no encabezan la lista de tareas de von der Leyen.
En junio, von der Leyen intentó frenar el informe de la Comisión sobre el Estado de Derecho que criticaba a Italia mientras buscaba el apoyo de Roma para un segundo mandato como presidenta de la Comisión Europea, para gran furia de los medios de comunicación.
“¡No se puede negociar con los derechos fundamentales consagrados en el tratado de la UE! El [Partido Popular Europeo] ha fracasado completamente con [el primer ministro húngaro Viktor] Orbán; ellos o von der Leyen no deberían cometer el mismo error con Meloni u otros”, dijo Renate Schröder, directora de la Federación Europea de Periodistas, en X.
De Benedetti de Domani se mostró igualmente pesimista ante la perspectiva de una intervención de Bruselas. “La Comisión Europea ha estado fingiendo no ver, como hizo con Orbán. Ahora está cometiendo el mismo error con Meloni”, dijo De Benedetti. “Pero en el caso de la libertad de prensa, ha habido tantos incidentes que es innegable que hay problemas. Espero que la Comisión responda”, afirmó.
Un portavoz de la Comisión dijo a POLITICO el lunes que Bruselas responderá a la carta de Meloni a von der Leyen “a su debido tiempo”, y agregó que continuará “colaborando con todos los Estados miembros en el seguimiento concreto” de sus recomendaciones.