Décadas atrás la revista Time lo designó a Jimmy Carter “el mejor ex presidente” de Estados Unidos. Los republicanos han repetido desde entonces que, como presidente fue el peor. Sostienen que su gobierno estuvo colmado de escandalosos fracasos.
Es una curiosa acusación. Carter asumió dos años después de que, bajo un presidente republicano, Estados Unidos sufriera una humillante derrota en Vietnam, y cinco años después de que otro presidente republicano se viera obligado a renunciar como consecuencia del deshonroso escándalo de Watergate.
Por un lado es cierto que la actividad de Carter fue un insuperable ex presidente. Tanto que en 2002 fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz por “sus décadas de esfuerzos incansables para encontrar soluciones pacíficas a conflictos internacionales, promover la democracia y los derechos humanos”.
Lo hizo todo. Desde recorrer el mundo extinguiendo endemias hasta crear viviendas sociales que, en muchos casos, ayudando a construirlas. Pero si eso es verdad, también lo es que su gobierno —además de ser incorruptible— tuvo logros impensados y dejó varios ejemplos:
-Política ambiental pionera. Promovió en Alaska una zona de 220.000 kilómetros cuadrados para proteger la vida silvestre. Encargó el desarrollo de fuentes de energía alternativas. Colocó paneles solares en el techo de la Casa Blanca. Requirió un informe sobre el clima global que concluyó (35 años antes de los acuerdos de París) que lo ideal sería una temperatura media del planeta sólo 2 grados por encima de los niveles preindustriales.
-Educación pública laica. Siendo un ferviente religioso, Carter estuvo en contra de que el gobierno obligara a las escuelas a enseñar una religión determinada: “Nuestro país se fundó sobre el principio de que ninguna fe religiosa tendría preeminencia o trato preferencial”.
-Salud pública. Afirmaba que “el acceso a la salud es un derecho humano, de especial necesidad entre los pobres” y promovió la prevención.
-Elogio del periodismo. A su juicio ,“la crítica y el escrutinio minucioso por parte de la prensa son una importante contribución a la democracia”.
-Derechos de la mujer. “Creía que“un grave problema mundial” era la discriminación y el abuso de la mujer”. Designó mujeres en cargos de poder y nombró a 42 para ocupar vacantes judiciales.
-Paz entre Israel y Egipto. En 1979 negoció con Egipto e Israel, y consiguió que ambos países firmaran un acuerdo por el cual Egipto reconoció a Israel como un estado soberano y recuperó la península de Sinaí. Eso, apenas seis años después de la Guerra de Yom Kippur.
-Desarme. Acordó con la Unión Soviética un tratado de desarme (SALT II) . Según el Departamento de Estado, “el objetivo principal del SALT II era acordar un tratado amplio y de largo plazo que estableciera límites amplios a los sistemas de armas estratégicas ofensivas”. Con ciertas restricciones, el objetivo fue alcanzado.
-Paz con Panamá. Reintegró el Canal de Panamá, que los panameños habían reclamado desde 1903. En1964, un movimiento popular panameño había ocupado la Zona del Canal y fue reprimido por efectivos norteamericanos, causando 21 muertos y unos 550 heridos. Desde entonces, todos los años, el 9 de enero Panamá conmemora a las víctimas en el llamado Día de los Mártires. El acuerdo de Carter disminuyó el sentimiento antinorteamericano y Estados Unidos retuvo la seguridad del canal.
-Derechos humanos. Presionó diplomáticamente a gobiernos que violaban derechos humanos, como los de Corea, Irán, Sudáfrica, Rodesia o Argentina. A Jorge Rafael Videla le presentó una lista de 3.000 desaparecidos.
-Gestión de la crisis energética. Durante su período, el precio internacional del petróleo subió de 13.900 dólares el barril a 36.000. Esto no podía sino provocar (y provocó) recesión, desempleo e inflación. No obstante, Carter no incrementó el déficit fiscal (2,6 en 1977 y, con Reagan, 2,7 en 1989). Además, dejó una deuda pública de 699 trillones americanos, que Reagan llevó a 2.857.
En 1979, un grupo de jóvenes iraníes, impulsados por el ayatolá Jomeini —quien erróneamente consideraba a Carter un aliado del depuesto Reza Pahlevi— asaltó la embajada norteamericana en Teherán y tomó como rehenes a 52 ciudadanos estadounidenses, a quienes mantendría 444 días cautivos.
Carter rompió relaciones diplomáticas con Irán, le impuso un embargo comercial, congeló fondos iraníes en Estados Unidos y los reservó para indemnizar a los rehenes cuando fueran liberados, así como a las empresas norteamericanas perjudicadas por la ruptura comercial con Irán. Su medida más audaz fue enviar fuerzas a Teherán para rescatar a los rehenes, operación que terminó con un fracaso militar.
La mayoría de los norteamericanos sintió esto como una humillación. En determinados círculos corrió una versión según la cual había un pacto entre Ronald Reagan y Jomeini para evitar que Carter ganara las elecciones de 1980 y se asegurara así un segundo período. Era difícil de creer, pero los difusores de la versión exhibirían luego una presunta prueba: Reagan ganó las elecciones e Irán liberó a los rehenes a la misma hora que, en Washington, él asumía la presidencia.
Honradez, derechos humanos, sensibilidad social, humildad y acción humanitaria. Carter, que acaba de morir a los 100 años, fue el arquetipo de un político infrecuente que debería ser imitado.
Publicado en Clarìn el 12 de enero de 2025.
Link https://www.clarin.com/opinion/politico-imitar_0_D1DcOPy9t2.html
