El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, anunció su renuncia como líder del Partido Liberal, tras enfrentar una creciente insatisfacción sobre su liderazgo y una crisis interna que se profundizó con la sorpresiva dimisión de su ministra de Finanzas, Chrystia Freeland.
Trudeau permanecerá en el cargo hasta que el partido elija a su reemplazo.
En su discurso de despedida, Trudeau expresó que su decisión está motivada por el interés superior del país y del Partido Liberal: “No me rindo fácilmente ante una pelea, pero los intereses de los canadienses y el bienestar de la democracia son mi prioridad”.
La dimisión ocurre en un contexto de fuertes tensiones dentro de su partido, que han debilitado su liderazgo y allanado el camino para una próxima contienda electoral.
Según fuentes cercanas al gobierno, el Parlamento, que debía reanudar sus actividades el 27 de enero, permanecerá suspendido hasta el 24 de marzo, facilitando así el proceso de selección de un nuevo líder.
Trudeau, quien llegó al poder en 2015 tras una década de gobierno conservador, fue inicialmente aclamado por restaurar el espíritu liberal en Canadá.
Sin embargo, su popularidad disminuyó considerablemente en los últimos años debido a factores como el aumento del costo de vida, el acceso limitado a la vivienda y el manejo de la inmigración.
Los partidos de la oposición ya adelantaron que presentarán una moción de censura cuando se reanuden las actividades parlamentarias, lo que podría derivar en elecciones anticipadas en la primavera.
En su mensaje final, Trudeau destacó la importancia del Partido Liberal para la historia y la democracia canadiense, y manifestó su esperanza en que su sucesor pueda llevar los valores del partido a una próxima elección general.