domingo 10 de agosto de 2025
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Nivel de actividad económica: ¿adónde estamos? ¿hacia dónde vamos?

Una vez más, el nivel de actividad está en un momento “bisagra” como ya ha ocurrido media docena de veces de 2011 a la fecha con varias administraciones. Ha llegado otra vez a un “pico estancado”. Esto es, post-caída, la economía completa un rebote y se vuelve a quedar ahí.

En este caso, el PBI del segundo trimestre de 2025 termina de recuperar lo que se perdió en este ciclo y volvió al nivel previo al inicio de la recesión (tercer trimestre 2023). En el trayecto hubo cambio de administración y de rumbo (diciembre del 23) y hubo un piso de caída con el actual gobierno (segundo trimestre del 24).

Para poner las cosas en su lugar, la corrección-recuperación tiene un enorme valor. Queda una vez más la incógnita y el desafío de volver a crecer, dado que rebote no es crecimiento. Y ahí está ahora el verdadero reto hacia delante.

Volver a crecer es romper el estancamiento y además mantenerlo sostenible en el tiempo con varios años seguidos positivos. El crecimiento económico requiere estabilidad macroeconómica, confianza y reglas de juego.

Por supuesto, la inversión genuina y el crédito tienen un rol preponderante. En el caso de nuestro país, el deterioro en el stock de capital después de un periodo prolongado de decadencia, la remonetización de la economía bimonetaria y el crédito, son escollos insalvables para hablar en serio de este tema. Claramente no es “mirando si se han vendido más autos y motos y/o si ha ido más gente a los shoppings”, que es un clásico de la discusión miope de la grieta local.

Bajo este formato, el último año de crecimiento de Argentina fue 2011, donde el PBI creció 6% para alcanzar un máximo cercano a un índice de 150 puntos, tal como lo mide el índice EMAE (estimador mensual de actividad económica que elabora el Indec).

A partir de ese año la economía no creció más. Entró en un patrón de un moderno “stop and go” (contracciones y expansiones cíclicas, o caídas y rebotes) para permanecer virtualmente estancado hasta la actualidad.

Durante los catorce años que viene durando esta “enfermedad” (e incluyendo el buen 2025 hasta acá) el aumento demográfico siguió su curso, por lo que la misma torta (el PBI) se reparte con una población que pasó de 41 a 48 millones de habitantes. Es decir, el PBI está estancado y el PBI per cápita se desplomó 11%, lo que define a una economía que, acorde a su demografía y posibilidades, consume poco, invierte poco, produce poco y exporta poco.

Podemos decir que, en este largo período de estancamiento, hubo ocho años recesivos (2012, 2014, 2016, 2018, 2019, 2020, 2023 y 2024) y cuatro de rebote (2013, 2015, 2017 y 2021 – 2022 post – pandemia). En esta dinámica se inscribe 2025, que apunta a completar el quinto rebote para devolver al PBI al máximo previo a la recesión.

Los datos mensuales de actividad dan cuenta de que en lo que va del año (hasta mayo que es la última publicación del EMAE-Indec) se encuentra amesetado en torno a los valores máximos alcanzados en diciembre (el índice EMAE desestacionalizado de diciembre 2024 fue de 152 puntos y el de mayo 153 puntos). O sea, el indicador oficial del nivel de actividad esta clavado literalmente hace 5 meses.

Pero clavado y todo alcanza (por una cuestión estadística) para mostrar variaciones interanuales del 6 / 8% en los meses actuales (lo que en la verborragia del gobierno es “estamos creciendo”). Se trata de una muy buena noticia pero que compara contra los pisos de la recesión. Y este pico amesetado también resulta consistente con un aumento del 4 / 5% del PBI en el año.

Se da además el fenómeno (novedoso) de que el rebote no fue parejo intra-sectores. Y ha dejado rezagado a sectores de peso. Entran aquí la industria, cerca de 25% del PBI, que todavía está 10 puntos por debajo de la pre-recesión 2023. Aún más, dentro del mismo hay ramas importantes donde el rezago es todavía mayor, como la siderurgia, maquinaria y equipos, productos textiles o ciertos rubros del sector alimenticio.

Lo mismo vale para el sector de la construcción. Pesa menos que la industria (alrededor de 4 puntos del PBI) pero tiene un derrame enorme sobre el resto de la economía y el empleo. El sector está produciendo 25% menos que en 2023 y 20% menos que en el nivel promedio de los últimos trece años. Arrastra negativos similares en la cadena de suministros vinculados a tanto a las obras residenciales como a la inversión en infraestructura u obra pública.

Está también el comercio (contracara de consumo privado) que esta literalmente abajo y partido. Alcanzo niveles cercanos a los máximos pero con un desacople entre bienes durables (cercanos al crédito) y de consumo masivo (más vinculado al poder adquisitivo de los salarios).

Mientras hubo recuperación en el consumo de artículos durables (autos, motos, electro) donde el crédito y las cuotas impulsaron la actividad, el consumo masivo muestra otra realidad. Las ventas en supermercados, autoservicios y mayoristas (combinadas) están 10% abajo de 2023. Aquí podríamos agregar la actividad de sectores de servicios como restaurantes y hoteles (-12% versus 2023 y -2% versus 2024 acorde a la ocupación hotelera que registra el Indec).

Los principales sectores que esquivaron la recesión 2023-24 y compensan a los rezagados son el agro y las industrias extractivas (petróleo, gas y minería). En el caso del Agro (que pesa alrededor de 10% en el PBI) sostiene una expansión moderada, del orden del 4/5%, aun habiendo perdido márgenes por el combo de menores precios internacionales, retenciones y tipo de cambio real.

Las industrias extractivas (Vaca Muerta, litio, cobre que en conjunto representan alrededor de 6% del PBI) están a una velocidad de expansión alta, crecieron 12% en 2022, 8% en 2023, 7% en 2024 y siguen a ese ritmo alto. Se incluye en el grupo de ganadores al sector financiero (bancos) que merced al crecimiento de la monetización, los depósitos y el crédito se expande desde la segunda mitad de 2024 a tasas de dos dígitos.

Además de política y gestión del Estado (respetando el superávit fiscal) el rol de la macro es fundamental: recomponer reservas, lograr el acceso a los mercados, bajar la dolarización de portafolios, que el dólar encuentre un equilibrio compatible con la productividad de esta economía, una apertura sustentable a este mundo complejo.

Publicado en Clarín el 7 de agosto de 2025.

Link https://www.clarin.com/opinion/nivel-actividad-economica-adonde-estamoshacia-vamos_0_t8w9VVS4OK.html

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