Argentina es uno de los países del mundo, que tuvo las escuelas cerradas por la mayor cantidad de tiempo. Los efectos devastadores sobre la educación aún son inconmensurables. Hay tres cosas que el Gobierno no hace, no aprende de los errores, no tiene datos, y no tiene plan.
El Gobierno no aprende de los errores, porque sigue tomando decisiones generalizadas para un país que es muy diverso geográficamente. Además es conservador, porque hay resultados que demuestran que los chicos no son vector de contagio, pero sigue la discusión sobre los tapabocas en las escuelas. No importa donde, si es una región rural, si es una región urbana, siguen estas discusiones que son de hace dos años.
El Gobierno no tiene datos, pese a que hay una ley nacional de cédula escolar del año 2018, y además, que el consejo federal de educación en el año 2020, acordó diseñar un sistema nominalizado de estudiantes para poder saber quiénes abandonaron y quienes no, el Gobierno aún no pudo resolver ese tema. No hay un sistema, no sabemos cuántos chicos dejaron, no hay información, se dice que hay quinientos mil, el año pasado había un millón y medio, pero son datos que no se sustentan en bases de datos ciertas. Sin datos, no podemos presupuestar, sin datos, no podemos resolver.
Además, el Gobierno no tiene plan, como va a ser para recuperar los aprendizajes, algo que debiera estar pensando desde hace mucho tiempo. ¿La repitencia tradicional es una solución?, ¿la promoción automática lo es?, ninguna de las dos, hay que pensar en soluciones más innovadoras, de eso no se habla, y es muy probable que este ciclo lectivo comienza en todas las provincias, como venía haciéndolo durante este tiempo.
La educación es un factor clave para el desarrollo de un país, si no damos señales de que vamos hacia ese camino, nos quedamos atrás, y el futuro para la educación y para los chicos, realmente va a ser catastrófico.