sábado 28 de diciembre de 2024
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Maduro acusó al gendarme argentino y al gobierno de Milei de “acciones terroristas”

La fiscalía chavista desconoce que Nahuel Gallo fuera a visitar familiares, pese a loso testimonios y tener su documentación a disposición. Nadie lo ha visto ni se sabe dónde está. La embajada argentina sigue bajo asedio

La dictadura de Nicolás Maduro acusó a Nahuel Gallo, gendarme argentino preso en Venezuela, de ser parte de “acciones terroristas y desestabilizadoras”, como se lee en un comunicado del Ministerio Público, con la firma del fiscal general, Tarek William Saab.

“El señor Gallo fue detenido al haber intentado ingresar irregularmente a la República Bolivariana de Venezuela ocultando su verdadero plan criminal de una visita sentimental”, dice el texto. “Está vinculado con grupos de ultraderecha”, insistieron.

La dictadura, además, incriminó al gobierno de Javier Milei de querer derrocar a Maduro, por una “clara complicidad de las autoridades de esa Nación [Argentina] en planes subversivos que buscan atacar por cualquier vía al Estado venezolano y sus instituciones legítimas.

Detenido el 8 de diciembre en la frontera cuando intentó ingresar a Venezuela para visitar a su pareja —una mujer venezolana— y a su hijo argentino de dos años, desde entonces nadie sabe dónde está Gallo, ni cuál es su estado físico, debido a que es una práctica común de la dictadura mantener incomunicados a sus detenidos, muchos de los cuales son sometidos a torturas.

Aunque en el comunicado se dice que hay un juez a cargo del caso, se omite su nombre y cuál es el tribunal.

María Gómez, pareja del gendarme, mostró a la prensa una carta de invitación que llevaba Nahuel, en la que se detallaba que visitaría a su familia, con fechas y domicilios en los que se alojaría. Tenía, además, su pasaporte y su DNI, ambos válidos para el ingreso, como ocurre con el resto de países del Mercosur.

Gómez vive hace seis años en la Argentina, donde tiene residencia permanente. Con su hijo, hace siete meses fueron a Venezuela para atender a la abuela por problemas de salud. En enero tenían previsto regresar los tres a Mendoza, donde viven.

En Buenos Aires, en la sede del ministerio de Seguridad, la madre y un hermano del gendarme se encontraban reunidos con Patricia Bullrich y el canciller Gerardo Werthein, y también con Raúl Jalil, gobernador de Catamarca, provincia de donde es oriunda la familia argentina del militar. El comunicado chavista se publicó en simultáneo con este encuentro.

El presidente Javier Milei tildó a Maduro como un “dictador criminal” y advirtió que harán todo lo posible por la libertad del gendarme. Bullrich y Werthein, en tanto,

coinciden en que el asunto tiene carácter de Estado. Jalil, por otra parte, habría pedido al Papa Francisco, con quien mantiene comunicación constante, que interceda. Desde el kirchnerismo, el exembajador en Caracas, contó que hizo llegar una carta a Gallo, sin precisiones sobre cómo logró tal cuestión.

Con todo, a Laborde lo denunciaron por traición a la patria debido a que puso en entredicho que Gallo realmente fuera a visitar familiares en Venezuela. Bullrich consideró que se atribuyó funciones que no tiene ni le corresponden, y que además actuó en contra de los intereses de la Argentina.

Embajada bajo asedio

En simultáneo a la escalada diplomática que conlleva la desaparición de un gendarme argentino en manos de la dictadura chavista, agentes de inteligencia mantienen rodeada la residencia del embajador argentino, donde permanecen asilados cinco colaboradores de María Corina Machado.

Brasil, a cargo de la representación argentina en Venezuela, reconoce que no dejan a sus diplomáticos entrar en la embajada argentina, donde las condiciones en que están los asilados son cada vez más duras.

Maduro no da señales de librar los salvoconductos para que puedan viajar a Buenos Aires.

Los diplomáticos brasileros, por otra parte, también han pedido información sobre Gallo, sin que les brinden tampoco mayores detalles.

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