La vuelta a la democracia tuvo dos 17 de octubre en su haber, y en ambos casos, hubo actos del día de la lealtad en la ciudad de Buenos Aires En 1982, el acto se hizo el 18 y fue en Atlanta. Silbatina, palos y expulsión de la columna de Familiares y Madres “Fervoroso acto: Hubo incidentes”, tituló Crónica.
Ubaldini, Lorenzo Miguel y Bittel fueron los oradores El metalúrgico advirtió que Si Evita viviera sería peronista y no montonera, y aclaró que tanto a Evita como a Isabel, las eligió Perón.
Entre palos, pedradas y corridas, la columna de Intransigencia y Movilización Peronista se retiró, y detrás lo hicieron Madres y Familiares Algunos periodistas y fotógrafos corridos por los grupos de choque sindical también se retiraron El descalabro fue tal que Bittel cerró su discurso con las tribunas vacías.
Crónica destacó la presencia de Cafiero, Menem y el general Acdel Vilas (el mismo del Operativo Independencia, y el mismo que ordenó los secuestros de Solari Yrigoyen y Amaya).
Ese era el peronismo del 17 de octubre de 1982 Y hubo otro 17, el de 1983, con un acto en Vélez Lleno total también, sin Luder. Bittel acuñó aquello de que “entre la liberación y la dependencia, no vamos a dudar. Nos quedamos con la dependencia”.
Y Lorenzo Miguel volvió a intentar marcar la cancha. Ni bien arrancó los abucheos, piedras y proyectiles cargaron sobre todo el palco. El metalúrgico no se amilanó y los acusó de infiltrados y alfonsinistas. Los piedrazos y demás elementos contundentes tampoco mermaron. Tuvo que terciar Ubaldini, quien lo protegió y tomó el micrófono Alfonsín ya había dado cuatro veces la vuelta al país y seguía su marcha triunfal.
Reducir toda la elección a los errores de Herminio y la quema de una corona y un cajón es una enorme gorilada, que no hace otra cosa que desconocer la epopeya de un pueblo que eligió al candidato que prometía lo que la gente quería: una Democracia sin condicionamientos.