domingo 22 de diciembre de 2024
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La grieta estadounidense llega a la política exterior

Sin que todavía no se haya repuesto el servicio diplomático diezmado por Donald Trump, el ex presidente da un mazazo a la posición de su país en contra de Rusia. No hay límites para el líder de los republicanos en su carrera para las próximas legislativas y presidenciales.

La jugada de Vladimir Putin sobre Ucrania, en el marco del conflicto con la OTAN que tiene a ese país como centro de atención, recibió la felicitación de Donald Trump, además del apoyo de Nicolás Maduro.

En el mismo momento que Joe Biden se aprestaba a aumentar las ya varias sanciones económicas que pesan sobre Rusia, y que en diversas partes del mundo hay mucha gente nerviosa para dejar en claro de qué lado está, el expresidente republicano dijo en una entrevista radial con The Clay Travis and Buck Sexton Show, muy suelto de cuerpo: “Vi una pantalla de televisión y dije: ‘Esto es genial’. Putin declara independiente una gran parte de Ucrania. Oh, eso es maravilloso”. “Usó la palabra ‘independiente’ y ‘vamos a salir y vamos a entrar y vamos a ayudar a mantener la paz’. Hay que admitir que eso es bastante inteligente”. “Esto nunca hubiera pasado con nosotros en el cargo, ni siquiera es imaginable”, remató.

Un antecedente de esta situación es comparable a la admiración de Henry Ford hacia Adolf Hitler, a quien retribuyó con su simpatía personal, con suculentos contratos y con la Cruz de Águila, medalla que, en 1938, el cónsul alemán en Detroit prendió en el pecho de uno de los más grandes antisemitas estadounidenses. Claro que Ford no era político, por lo que la actitud de Trump es cuanto menos un acto rayano en la traición.

Para MNSBC News, Trump es un agente pro ruso, puesto que el elogio a Putin de este martes es parte de un patrón que comenzó con el hackeo ruso en contra de Hillary Clinton en 2016, en un esfuerzo por ayudar a Trump a ganar las elecciones; instalar a Rex Tillerson como secretario de Estado, siendo un empresario “pro ruso” al que Trump reemplazó por Mike Pompeo en 2018 por que Rex era “vago”; elogiar la falta de respuesta de Putin a las sanciones de la era de Obama como un “gran movimiento” al tiempo que permitía que Rusia utilizara un canal secreto; minimizar repetidamente la inteligencia de EE. UU. que mostró que Rusia interfirió en las elecciones de 2016; disculpar públicamente la violencia cometida por el régimen de Putin o despedir a James Comey como director del FBI por su investigación sobre la interferencia electoral rusa.

Mientras hay una mayoría de republicanos que acuerdan con la posición de Biden de expandir la OTAN y poner un freno a Rusia, una minoría republicana del Congreso, representada por el senador Josh Hawley que amplifica su voz con el presentador de Fox News, Tucker Carlson, entre otros, argumentan activamente en contra de cualquier participación estadounidense en la región, mientras siguen criticando a Biden. Sostienen que ampliar el compromiso de su país con la OTAN es un error y que, en cambio, el presidente debería centrarse en contrarrestar a China y asegurar la frontera sur de Estados Unidos.

La variante populista es la que representa a “la gente” y es la que sostienen Trump y su ex asesor Steve Bannon quien dijo que el movimiento MAGA se enfoca en proteger la frontera sur de la nación y contrarrestar a Pekin: “No tenemos ningún interés, nadie en el movimiento Trump tiene ningún interés en las provincias de habla rusa del este de Ucrania. Cero.”

Pero dentro de la Casa Blanca, existe la creencia de que las fisuras del Partido Republicano en Ucrania, y la propia historia de Trump con respecto a Rusia, han dejado al presidente con más margen de maniobra política para operar. El portavoz de la Casa Blanca, Andrew Bates, salió a confrontar con los dichos del blondo: “Es difícil imaginar que alguien tenga menos credibilidad sobre Rusia o Ucrania que el presidente anterior”, disparó.

Varios republicanos elogiaron a la administración Biden por el lanzamiento de sus sanciones y pidieron más. Pero, en otra señal de las divisiones internas del GOP, otros atacaron al presidente el martes por no ir lo suficientemente lejos como para devolverle la bofetada a Putin antes de que comenzara la invasión. Ese grupo de legisladores critica la renuencia anterior de Biden a imponer sanciones como castigo por la acumulación militar de Rusia en la frontera con Ucrania, así como otras acciones desestabilizadoras como los ataques cibernéticos.

Por último, Trump ha declarado que China está “esperando hasta después de los Juegos Olímpicos de Invierno” para dar en Taiwán los mismos pasos que Rusia en el este de Ucrania, sólo para destacar que esta hipotética situación diplomática internacional no se habría dado con él al frente de la Casa Blanca. “Putin nunca lo habría hecho y (el presidente chino) Xi (Jinping) nunca lo haría”, reforzando la idea de debilidad de Joe Biden, un presidente a todas luces agobiado por varios flancos.

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