martes 11 de noviembre de 2025
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JB Pritzker, gobernador de Illinois y líder de la resistencia contra Trump

por Hélène Vissière
Donald Trump parece haber encontrado un adversario a su altura. JB Pritzker, gobernador de Illinois, es uno de los políticos más ricos del país, con una fortuna estimada en cerca de 4000 millones de dólares. Pero esa no es la única cosa que tiene en común con el presidente. Es tan corpulento como combativo y devuelve golpe por golpe. En las últimas semanas, la guerra entre ambos ha sido constante.
Donald Trump ha enviado a la Guardia Nacional a Chicago, la principal ciudad del estado, para luchar, según afirma, contra la delincuencia y apoyar a la policía de inmigración. El gobernador se opuso rotundamente y denunció «la invasión anticonstitucional de Illinois por parte de la administración federal», que considera un peligroso alarde de fuerza mediático. Esto dio lugar a un pintoresco intercambio de insultos. El presidente lo tildó de «débil y patético» y declaró en sus redes sociales que «debería estar en la cárcel». «Ven a buscarme», le respondió JB Pritzker en el canal de televisión MSNBC: «¿Un delincuente reincidente me amenaza con meterme en la cárcel? Este tipo está trastornado, tiene complejos, es un aspirante a dictador», añadió.
Bajo una apariencia afable, este sexagenario se ha convertido en uno de los críticos más feroces del jefe de Estado. No es nada nuevo. Durante la Convención Demócrata de 2024, el gobernador declaró: «Donald Trump cree que deberíamos confiar en él en materia económica porque afirma ser muy rico. Crean a un verdadero multimillonario: lo único que tiene en abundancia es estupidez». La mayoría de sus colegas demócratas mantuvieron un perfil bajo, pero él no dudó en atacar sin piedad al «autócrata en el poder» desde su llegada a la Casa Blanca, para gran alegría de la base, exasperada por la timidez del partido. Tampoco se corta a la hora de acusar a los «demócratas pasivos» que «quieren achacar nuestras pérdidas (en las elecciones de noviembre de 2024) a nuestra defensa de los negros, los transgénero y los inmigrantes, en lugar de criticar su falta de agallas y sentido común».
No se trata solo de un cálculo político, aseguran sus allegados. Está sinceramente convencido del peligro que representa el presidente para la democracia. Sus antepasados judíos ucranianos huyeron de los pogromos a finales del siglo XIX y emigraron a Estados Unidos, donde hicieron fortuna fundando, entre otras cosas, la cadena hotelera Hyatt. JB Pritzker creció en la opulencia, pero su infancia se vio sacudida por varios dramas. Su padre murió de un ataque al corazón cuando él tenía siete años. Diez años más tarde, su madre, alcohólica, murió en un horrible accidente. Era «mi heroína», contó el gobernador en una entrevista. En los años 70, ella lo llevaba a las manifestaciones por los derechos de las mujeres y le inculcó el gusto por la política. «Proteger a la gente de los ataques de alguien como Donald Trump es lo que mi madre estaría haciendo hoy», afirmó.
Tras una carrera en finanzas y capital riesgo, el joven Pritzker se presentó en 1998 a las elecciones para la Cámara de Representantes. Sin éxito. Veinte años más tarde, financió con su fortuna una campaña para el cargo de gobernador de Illinois. Esta vez ganó y fue reelegido en 2022. Durante sus mandatos, aumentó el salario mínimo por hora y las vacaciones pagadas, endureció las restricciones al porte de armas, protegió el derecho al aborto, amplió el acceso a la sanidad a los indocumentados antes de limitarlo por motivos económicos… También trabajó para atraer a empresas tecnológicas y reequilibrar el presupuesto. Más recientemente, se opuso a las medidas antiinmigración del Gobierno y reforzó los derechos de las personas en situación irregular. También se le debe uno de los rediseños electorales más agresivos del país, que dio una clara ventaja a los demócratas.
Evidentemente, esto no gusta a los republicanos. Le reprochan los altos impuestos, la marcha de Boeing y Caterpillar del estado y, sobre todo, la tasa de criminalidad de Chicago. La ciudad «pierde puestos de trabajo, empresas y familias debido a las posturas laxas de JB Pritzker en materia de delincuencia», escribió en X Mary Miller, una política trumpista. Regularmente sacan a relucir uno de sus escándalos. Según el Chicago Sun Times, compró una gran mansión contigua a la suya y mandó quitar los cinco inodoros. De este modo, se benefició de una importante reducción del impuesto sobre la propiedad, ya que la casa fue considerada «inhabitable». Esto le valió una multa.
El gobernador, que según se dice fue considerado como compañero de fórmula de Kamala Harris el año pasado, aprovechó su fortuna para financiar a numerosos candidatos demócratas y ganarse apoyos. En 2023, creó el grupo Think Big America (Piensa en grande, Estados Unidos), especializado en la defensa del derecho al aborto. El nombre de la organización hace referencia tanto a sus ambiciosas ideas como a su cintura redondeada, de la que se burla Donald Trump, que tampoco es precisamente delgado. El jefe de Estado lo acusa de «atiborrarse todo el tiempo» y ha difundido en sus redes sociales un vídeo creado por IA en el que aparece vestido de luchador de sumo. Últimamente, JB Pritzker ha perdido peso de forma evidente y alaba las virtudes de caminar. Según los observadores, esto es una señal de que está considerando presentarse a las elecciones presidenciales de 2028.
Por el momento, el mediático gobernador busca sobre todo posicionarse como líder de la resistencia y convertir Chicago en el símbolo de una batalla nacional. Sin embargo, aparte de emprender acciones legales —un juez acaba de bloquear temporalmente el despliegue de la Guardia Nacional—, no dispone de muchas armas para luchar contra las detenciones de indocumentados y el envío del ejército. Esto no le impide redoblar sus ataques verbales. Anima a sus conciudadanos a grabar con sus teléfonos móviles las redadas de la policía de inmigración y ha prometido que las fuerzas del orden del estado protegerán a los manifestantes de las detenciones.
La semana pasada, JB Pritzker grabó un vídeo vestido con un chaleco antibalas, como si fuera un periodista en zona de guerra. El objetivo era ridiculizar a Donald Trump, que describe Chicago en términos apocalípticos. «Como pueden ver, es un caos total y un desastre sobre el terreno», ironizó mientras paseaba por las tranquilas calles del centro. «Los Milwaukee Brewers (equipo de béisbol) han venido a atacar a nuestros Chicago Cubs. Hemos visto a gente obligada a comer perritos calientes con ketchup… Así que sobrevivir aquí es todo un reto». Este pulso con el presidente le ha dado cierta notoriedad, pero también es una prueba política de la que no está seguro de salir victorioso.
Publicado en Le Figaro.
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