Una vez más, la agrupación reformista del radicalismo, Franja Morada , demostró su predominio en las elecciones estudiantiles de la Universidad Nacional de Córdoba.
Los radicales ganaron en siete de los quince centros de estudiantes, incrementando en uno respecto de la cosecha del año anterior, al recuperar la estratégica Facultad de Derecho, arrebatando el centro al peronismo del gobernador provincial, el gran derrotado en estas elecciones.
Los centros que ahora controla la Franja Morada son los de Económicas, Psicología, Arquitectura, Químicas, Lengua, Derecho y Agropecuarias.
Sus aliados reformista de Sumar y el Movimiento Nacional Reformista, retuvieron la representación estudiantil en Médicas y en Exactas, respectivamente.
De este modo, los reformistas retienen nueve centros de estudiantes y seis escaños estudiantiles en el Consejo Superior, un amplio dominio en la Universidad Nacional de Córdoba, cuna justamente de la Reforma Universitaria de 1918.
El llaryorismo y el kirchnerismo, aliados en la Casa de Trejo solo retuvieron Odontología, Famaf, Filosofía y Artes. De estos, el único genuinamente peronista es el de Odontología, siendo los otros desprendimientos kirchneristas, salvo Artes que pasó a Libres del Sur, ambas agrupaciones aliadas bajo el paraguas de “La Fuerza Estudiantil”.
La dirigente franjista Constance Keegan, presidenta electa del centro de estudiante de Derecho y cabeza de la lista de los consejeros radicales declaró: “Las mujeres jóvenes estamos cada vez más presentes en la conducción y liderazgos de los espacios de representación; y es algo muy importante desde la perspectiva generacional” y agregó que la elección estuvo atravesada por “la participación masiva en defensa de la universidad pública, condicionada por el recorte presupuestario dispuesto por Gobierno nacional”.
En declaraciones a un medio de Córdoba, la joven Keegan opinó que aunque “algunas agrupaciones que responden al llaryorismo no han tenido una elección favorable”, el alineamiento de Llaryora con Javier Milei respecto del pacto de mayo “no fue una discusión que que se ha instalado o que ha repercutido realmente en los procesos electorales internos de la universidad”.
