Los edificios de la metrópolis se desmoronan. Monstruos y dragones de siete cabezas se vuelven locos. La gente huye aterrorizada. En el cielo aparecen escuadrones de ángeles. Entonces, en un resplandor cegador, desciende de las nubes un caballero blanco con la espada desenvainada. ¿Escenas sacadas de una película de fantasía o de un videojuego tipo Dungeons and Dragons? No: es un vídeo inspirado en el Libro del Apocalipsis (o Apocalipsis) de Juan (quizás el Evangelista) realizado dos mil años después con inteligencia artificial. Producido por la plataforma AI Bible de Pray.com: una empresa comercial con 25 millones de usuarios que se autodenomina «líder mundial en aplicaciones para la fe y la oración». Superados los días de desesperación por el asesinato de Charlie Kirk y los del enfrentamiento— Los MAGA que acusan a la izquierda de fomentar el odio, acusados a su vez de explotar políticamente la muerte del líder de Turning Point — nos preguntamos si el asesinato (un martirio para la derecha) tendrá un impacto en la religiosidad de los estadounidenses. Si tendrá éxito el llamamiento a la pacificación y al perdón de Erika, la esposa de Kirk, o si prevalecerá el conflicto. Con los nacionalistas cristianos, galvanizados, a la ofensiva. Hay quienes, incluso entre los conservadores, advierten que mezclar a Dios y la política es peligroso, sobre todo en tiempos de extrema polarización, pero otros recuerdan que Estados Unidos fue construido por los Padres Fundadores sobre valores cristianos y de libertad.
Para ellos, sin embargo, las instituciones religiosas eran pilares de un orden ético compartido, esencial para la supervivencia de la democracia. Hoy, entonces, más que preguntarse cuántos votos influirá el asesinato de Kirk, hay que entender si ha cambiado la religiosidad de los estadounidenses y cómo lo ha hecho, dado que en los últimos años 40 millones de ellos han dejado de asistir a la iglesia, mientras que muchos, sobre todo jóvenes, han abandonado las doctrinas y los ritos de la comunidad y buscan a Dios en la tienda de aplicaciones, tal vez confesándose con los chatbots que ofrece el mundo de la tecnología religiosa: un nuevo negocio con aplicaciones de gran éxito como BibleChat (30 millones de descargas) o la católica Hollow. Las formas de comunicarse cambian: los influencers se convierten en evangelizadores, mientras que para hacer atractivos a los santos y apóstoles hay que transformarlos en superhéroes. ¿Es inevitable? Quizás. Excepto que si tienes que producir vídeos cristianos tan atractivos como el tráiler de una película, Jesús poniendo la otra mejilla no funciona: mejor un Cristo tipo Capitán América.
