El velorio del histórico arquero de Boca Hugo Orlando Gatti tuvo lugar hoy en la Legislatura porteña y una gran cantidad de figuras importantes del fútbol argentino se hicieron presentes para despedir al “Loco”.
Tras el fallecimiento del legendario guardameta, el presidente del “Xeneize”, Juan Roman Riquelme, se acercó al lugar para homenajear y saludar por última vez a una eminencia del elenco azul y oro, que cuenta con una estatua de bronce entre las paredes de La Bombonera.
Por su parte, también se hizo presente Ubaldo Matildo Fillol, reconocido guardavallas de River y campeón del mundo con la Selección argentina en 1978.
El “Pato” participó de una dura rivalidad con Gatti en los Superclásicos de los ´70 y `80.
A la salida del lugar, dialogó con la prensa y contó detalles de la relación que mantenía con el nacido en Carlos Tejedor.
“En esa época, que para mí va a ser irrepetible, nosotros salíamos con nuestras esposas a comer y disfrutar. Más que un deportista o un rival, vengo a despedir a un amigo”, soltó el ídolo del “Millonario”.
“Estoy muy dolido, pero me queda el recuerdo de haber sido contemporáneo suyo. Estuve con los hijos y la familia. Espero que descanse en paz”, agregó Fillol.
A su vez, se refirió al récord que ostenta el “Loco” como el jugador con más partidos disputados en la Primera División Argentina, con 757.
“Es imposible que se repita. Los jugadores y los arqueros se van enseguida a Europa. En ese momento, los ídolos jugaban muchos años en sus equipos. Es irrepetible lo que hizo él”, precisó.
El velatorio se extendió hasta las 18:00 y también tuvo la presencia del sucesor de Gatti como el defensor de los tres palos del elenco de La Ribera, Carlos Navarro Montoya.
“Es mi ídolo. Hugo fue quien motorizó todos mis sueños de niño, cuando soñaba jugar en Boca y ser como él. Esas personas no mueren, son eternas. Hugo está por ese camino. Abrazo a su familia y a todos los que los conocimos”, destacó el “Mono” con signos de dolor por el fallecimiento de su ídolo a los 80 años.
“Hugo siempre fue de declaraciones fuertes, políticamente incorrecto. Al principio fue duro conmigo, pero con el tiempo se acercó a mí. Los años hicieron su trabajo y terminamos teniendo una relación muy bonita, de respeto y admiración. En el arco deja una huella indeleble, imposible de borrar”, finalizó el oriundo de Medellín, Colombia.
El último adiós al Loco Gatti
