Mientras el presidente está en un tour comercial por Asia, los senadores votaron 52 a 48 a favor de levantar la emergencia nacional declarada por Trump para imponer aranceles del 50% a la mayoría de los productos brasileños en julio. Cinco senadores republicanos se unieron a los demócratas en la votación – la primera de una serie de tres resoluciones esperadas que buscan bloquear los aranceles del presidente Trump a Brasil y Canadá, así como sus aranceles globales generalizados – se produce en medio de una creciente tensión en el Senado sobre cómo la guerra comercial de Trump ha afectado a los agricultores y las pequeñas empresas.
La próxima semana, la Corte Suprema de Estados Unidos escuchará argumentos orales sobre si Trump ha excedido su autoridad al usar una ley de emergencia para imponer aranceles a casi todos los países del mundo.
La oposición al esquema de aranceles argumenta “Las emergencias son como la guerra, la hambruna y los tornados”. “Que no te gusten los aranceles de alguien no es una emergencia. Es un abuso del poder de emergencia y es el Congreso abdicando de su papel tradicional en materia de impuestos”, dijo el vocero del Senado.
No obstante, la votación sigue siendo en gran medida simbólica: los líderes republicanos en la Cámara han bloqueado la votación para anular los aranceles hasta marzo, protegiendo a los miembros republicanos que enfrentan críticas de los agricultores y las pequeñas empresas de sus estados natales enojados por el impacto económico.
El senador demócrata por Oregon, coautor de las resoluciones sobre aranceles a nivel mundial y de Canadá, dijo que está escuchando un creciente descontento entre los “senadores republicanos que vuelven a casa y simplemente sienten que están siendo golpeados por una bola de demolición comercial”.
“La gente viene y dice: ‘Los aranceles nos están matando’. Vas al supermercado y todo el mundo está indignado”, continuó Wyden, miembro de alto rango del Comité de Finanzas del Senado, encargado de los asuntos comerciales.
Trump anunció que impondría un arancel del 50 por ciento en julio, en respuesta a lo que consideró un caso legal injusto contra el expresidente brasileño Jair Bolsonaro, un aliado de Trump, por su papel en el intento de anular los resultados de las elecciones de 2022 del país, así como por las políticas de Brasil sobre contenido digital, que han atrapado a las empresas de redes sociales estadounidenses.
En su orden que impone los aranceles, Trump declaró una emergencia nacional porque “el alcance y la gravedad de las recientes políticas, prácticas y acciones del Gobierno de Brasil constituyen una amenaza inusual y extraordinaria, que tiene su origen total o sustancialmente fuera de los Estados Unidos, para la seguridad nacional, la política exterior y la economía de los Estados Unidos”.
Esa orden ha recibido resistencia de algunos miembros del Congreso, incluido el senador demócrata por Virginia Tim Kaine, quien argumentó que permitir al presidente declarar una emergencia por el trato que un país da a un aliado político abriría la puerta a un uso más amplio de las emergencias nacionales para gobernar.
“No mientan diciendo que hay una emergencia energética cuando no la hay”, dijo Kaine, quien patrocinó la resolución. “No mientan diciendo que el enjuiciamiento de un presidente por parte de Brasil es una emergencia cuando no lo es. No usen la mentira para aumentar el precio del café un 40% en un año. No usen la mentira para castigar a un país con el que tenemos un superávit comercial. No mientan y no perjudiquen a mis ciudadanos”.








