viernes 14 de marzo de 2025
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Ecuador: duelo en la mitad del mundo

Finalmente habrá segunda vuelta en Ecuador para elegir al próximo presidente, pese al ardiente deseo del actual mandatario y a la vez candidato (en contra de lo establecido por la ley de su país). En unas elecciones sumamente polarizadas, la suma de los dos candidatos más votados rozó el 90% de los votos, las encuestas se volvieron a equivocar. No solo no hubo victoria oficialista en la primera vuelta, sino también la diferencia entre el primero y el segundo, con independencia de quien gane, será de unas pocas décimas. Se vuelve a confirmar la vigencia de la antinomia correísmo anticorreísmo.

Con el 94,32% escrutado, el oficialista Daniel Noboa, 44,21% del voto, tenía una ligera ventaja sobre la correísta Luisa González, 43,90%. En espera de los votos impugnados, el resultado final podría variar, pero en ningún caso confirmaría el discurso triunfalista de González que primero habló de empate técnico, algo posible en las encuestas pero no en una elección, donde aunque sea por un solo voto siempre hay un triunfador. Luego, a medida que avanzaba el escrutinio, señaló que la ventaja de Revolución Ciudadana (RC), el partido de Rafael Correa (RC), sobre Acción Democrática Nacional (ADN) sería de dos o más puntos, algo prácticamente imposible.

Las elecciones del domingo también fueron legislativas. Se debía elegir a los 151 parlamentarios de la Asamblea Nacional (15 nacionales, 130 provinciales y 6 del exterior), donde la ventaja de ADN sobre RC fue mucho más clara. Con los últimos datos disponibles ADN tendría 69 escaños, RC 64 y los indigenistas de Pachakutik 8. Así, la gobernabilidad será muy complicada, y, gane quien gane en la segunda vuelta, las negociaciones para aprobar leyes o tomar cualquier decisión en el Parlamento estarán a la orden del día.

A partir de los resultados electorales de las presidenciales y de las legislativas se pueden extraer varias conclusiones. Primero, de la mano de la fuerte polarización, el sistema político tradicional está muy tocado. Agrupaciones de “toda la vida”, como el Partido Social Cristiano (PSC), se mantienen a duras penas, mientras que Leónidas Iza, el candidato a presidente de Pachakutik solo obtuvo el 5,27% de los votos, cifra apreciable pero lejana de resultados anteriores.

Segundo, los excelentes números de los dos candidatos más votados. El presidente Noboa, pese a las crisis que ha enfrentado (seguridad, económica y energética) mantiene elevados índices de popularidad y aprobación y su partido se ha impuesto claramente en el Parlamento. La opositora González ha quebrado la tendencia declinante de RC y ha demostrado que con su discurso moderado ha sabido atraer la atención y el apoyo de los sectores medios, más allá de viejas resistencias. Finalmente, la difícil gobernabilidad no será­ exclusiva del Parlamento, sino que, con independencia de la identidad del próximo presidente o presidenta, afectará al conjunto del país.

El próximo 13 de abril tendrá lugar la segunda vuelta, que, sin duda alguna, será una elección nueva y diferente, en la cual los dos candidatos disputarán entre sí cada uno de los votos. Será importante ver qué alianzas se puedan conformar, aunque más allá de la negociación en las cúpulas no se puede olvidar que lo que suma es el voto individual. Un caso interesante es el posible apoyo de Pachakutik a RC, sin olvidar el rechazo que Correa genera en muchos votantes indígenas, maltratados durante sus mandatos.

También, la competencia por los votos blancos y nulos. ¿Será posible atraerlos en una u otra dirección? Al igual que en la primera vuelta, la segunda se dirimirá por pocos miles de sufragios. Por último, y no menos importante, cada fuerza deberá hacer un esfuerzo adicional por mantener sus propios apoyos, sin darles argumentos para que cambien el sentido del voto. Dos sucesos ocurridos la noche del domingo, tras el cierre de las urnas, pueden dar algunas pistas.

Por un lado, la incomprensible incomparecencia de Noboa ante sus votantes y seguidores. Por más frustrado y cabreado que pudiera estar por no haber evitado la segunda vuelta, su forzado silencio es muestra más de debilidad que de fortaleza. Por el otro, las escasas menciones a Correa en los festejos de RC tras sus buenos resultados indican que muchos de los apoyos de González son propios y no heredados. También, que una posible radicalización le permitiría ganar votos por la izquierda, pero, al mismo tiempo, perderlos por el centro.

Noboa volverá a utilizar todos los recursos del Estado para impulsar su campaña, y González agitará, una vez más, los fantasmas asociados a un presidente próximo a Donald Trump y al salvadoreño Nayib Bukele. Sin embargo, Bukele se impuso en el terreno de la seguridad donde Noboa, pese a limitados avances, no pudo hacerlo. Si en El Salvador la presencia de los carteles internacionales de la droga es marginal, esto no pasa en Ecuador, donde el Cartel de Sinaloa y el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), de gran músculo financiero y enorme poder de fuego, marcan la diferencia y dificultan el éxito de una política de seguridad solo basada en el despliegue militar.

En los próximos dos meses el duelo por la presidencia de Ecuador, cuya sede está ubicada en las proximidades de la mitad del mundo, será de gran intensidad. Noboa intentará rascar votos en las provincias costeras, más afines a RC, mientras González procurará hacer lo propio en la Sierra, donde se concentran los mayores apoyos oficialistas. La duda, en cualquier caso, es si Noboa tendrá un nuevo mandato para sacar adelante sus proyectos de refundar el país o si González hará posible el retorno del correísmo al poder y el de Correa al Ecuador. El 14 de abril se sabrá la respuesta.

Publicado en El Periódico de España el 11 de febrero de 2025.

Link https://www.epe.es/es/opinion/20250212/ecuador-duelo-mitad-mundo-opinion-carlos-malamud-114197985

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