miércoles 13 de agosto de 2025
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Del talento de Karina al bastón en la mochila

I. Todo preparado para las elecciones de septiembre en la provincia de Buenos Aires. Solo un par de ligeras certezas me dominan: alrededor de la mitad de los votantes no irán a las urnas; algunas de las coaliciones sacarán más votos que la otra, pero nadie ganará por goleada. Digamos que el lunes 8 de septiembre la vida continuará con sus conocidas rutinas. Los partidos contarán los votos para saber cuántas intendencias ganaron, cuántos diputados perdieron; los candidatos festejarán porque fueron elegidos o tendrán cara de luto porque los votos no le alcanzaron. No creo que ocurran cosas muy diferentes. La única novedad podría provocarla “Somos Buenos Aires” obteniendo algunos votitos más de lo previsto e instalando el tallo de una posibilidad política centrista. A esa chance la veo verde, pero en los azares de los comicios nunca se sabe.

II. Para las elecciones nacionales de octubre tampoco veo grandes novedades. Tal vez la más notable es la participación de La Libertad Avanza en todos los distritos. Todas las palmas de esta expansión territorial se las lleva la buena y dulce de Karina, el Jefe, según su hermanito. Veremos cómo le va al oficialismo en estos comicios. Decir que van a sumar más diputados es decir una obviedad porque arrancan de muy abajo, la imagen del gobierno es buena y por lo tanto ello se traducirá en más bancas. Harán una buena elección, pero no creo que arrasen o barran a sus rivales, para utilizar las jergas de los libertarios. Dije que van a sumar diputados, pero es muy probable que esos votos provengan de los que otros tiempos votaron por el Pro. Digo que La Libertad Avanza sumará más legisladores, pero sospecho, no aseguro, que si los votos que gana LLA son los que fueron del Pro, a la hora de contar los garbanzos el proyecto político de derecha no sumará mucho más de lo que ya tiene.

III. La dulce Karina ha sido algo así como una revelación política. Tarotista o repostera, lo cierto es que hoy se perfila como la más formidable operadora política de los últimos tiempos. El hermano le dio luz verde para que haga… y lo hizo. Su presencia es una frustración para políticos veteranos, operadores profesionales académicos que de pronto descubren que una supuesta improvisada, alguien de quien hay motivos para sospechar que dos años atrás no tenía idea de cómo se configuraba un escenario político, alguien que, perdón si soy prejuicioso, en su vida debe de haber oído hablar de la Generación del Ochenta, de la Argentina radical o de la Argentina peronista, o de la Argentina militar, ahora toma el timón de la política cedido por su hermano y arma un partido nacional con muchas chances de ganar. Varios políticos de primera línea deben creer que los azares del poder son injustos. Años de operatorias, incluso años de estudios y una “recién llegada” se lleva todas las palmas. Veremos cómo concluye esta película. A lo largo de mi vida he conocido a mucha gente con poder de coyuntura como hoy exhibe la dulce Karina, que luego cayeron con la misma velocidad con que llegaron al estrellato.

IV. Mientras escribo, escucho en la radio que esta noche -viernes- Milei hablará por cadena nacional. Se supone que explicará por qué los vetos a las leyes. Lo explicará y es muy probable que una mayoría de argentinos lo entienda. Las leyes serán vetadas por el presidente, pero está claro que sus cuatro años de mandato no los puede pasar vetando leyes y especulando que la oposición no juntara los dos tercios para insistir. Lo digo porque después de las elecciones la representación del oficialismo, puede que mejore, pero es muy, pero muy difícil que mantenga mayoría propia. Le guste o no -y no le gusta- deberá forjar acuerdos, apretando políticos de otros partidos o apretando gobernadores. Los menesteres de la política suelen tejerse con esta trama, pero para que el tejido sea más consistente es necesario movilizar a la sociedad por aspiraciones más elevadas que el superávit fiscal o la consigna “no hay plata”. Milei hasta el momento ha probado ser un buen bombero, pero el cotidiano de un hogar después de que se apagó el incendio necesita de algo más que “no hay plata” o tenemos superávit fiscal o el dólar aplastado. Ese “algo más”, no sé si Milei sabe o puede ofrecerlo.

V. Aceptemos que los hermanos Milei no tienen mucho más que ofrecer que lo que ya hicieron. Ese logro le ha permitido sumar la adhesión de la mitad de los votos argentinos. Hay otro cincuenta por ciento que con diferentes tonos no quiere saber nada con los Milei, pero ese rechazo es un gesto en el vacío porque la oposición tiene poco y nada para ofrecer. A nivel de liderazgos políticos las cifras son elocuentes: los tres dirigentes con mejor imagen, o imagen menos mala, son Javier Milei, Patricia Bullrich y Victoria Villarruel. Dejando de lado por el momento la riña algo conventillera entre Javier y Victoria, convengamos que las imágenes más reconocidas por el electorado son del oficialismo, o son de la derecha o como mejor quieran llamarla. Estos datos me permiten decir que si no hay novedades escandalosas, Milei concluye su mandato con un aceptable consenso social y serias posibilidades de ser reelecto como lo anunció más de una vez.

VI. Los peronistas están lo que se dice jodidos. Jodidos con respecto a lo que fueron y a lo que creyeron que fueron. Su líder más conocida está presa y muy lejos de ser beatificada por las grandes mayorías de la sociedad como una víctima. Después está Kicillof, quien a ojos de buen cubero por el momento no le veo uñas para guitarrero. Y pará de contar. Grabois es un chiste; Massa es una pesadilla; los sindicalistas están ausentes sin aviso; los gobernadores peronistas se dan por bien pagados con ganar en sus provincias. La única esperanza efectiva para el peronismo es un vaticinio lúgubre y mágico: que el proyecto de Milei estalle por los aires, que se pudra todo, que a Milei lo saquen en helicóptero o con chaleco de fuerza. Muchas más esperanzas no hay. ¿El tapado? Puede ser. El peronismo siempre creyó en la llegada de alguien inesperado. Perón mismo en 1943 fue inesperado. También fueron Cámpora, Isabel, Menem y los Kirchner. Alguien en la vasta geografía peronista tiene el bastón de mariscal en la mochila. Es lo que se supone, pero salvo la magia no hay otro soporte que sostenga ese vaticinio.

Publicado en El Litoral el 9 de agosto de 2025.

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