domingo 10 de agosto de 2025
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Bukele y su reelección indefinida

El parlamento salvadoreño aprobó por apabullante mayoría, cincuenta y siete votos a favor y solo tres en contra, la reforma constitucional que habilita la reelección indefinida, elimina la segunda vuelta, aumenta la duración del mandato presidencial de cinco a seis años y adelanta las próximas elecciones de 2029 a 2027. De este modo el partido oficialista Nuevas Ideas (NI) cumplió el guion establecido por el presidente Nayib Bukele, y así poder perpetuarse en el poder prácticamente sin contrapeso alguno.

Ante la avalancha de críticas formuladas y las forzosas comparaciones con Hugo Chávez y otros dirigentes bolivarianos, como Evo Morales o Rafael Correa, Bukele salió raudo en defensa de la reforma constitucional. Como no podía ser de otro modo, apeló al nacionalismo, a la defensa de la soberanía nacional y al victimismo. Su peculiar interpretación sostiene que en el 90% de los países desarrollados existe la reelección indefinida y que nadie se inmuta por ello. Sin embargo, si en un país pequeño como el suyo se intenta seguir el mismo modelo, entonces el clamor por “el fin de la democracia” se hace atronador. Incluso, si El Salvador se convirtiera en una monarquía parlamentaria, como el Reino Unido, España o Dinamarca, las descalificaciones seguirían siendo semejantes.

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