El 2 de abril de 1916 se produjeron las elecciones que terminaron consagrandoa Hipólito Yrigoyen como Presidente de la Argentina. Sin embargo, al principio deese año, la Unión Cívica Radical ni siquiera estaba segura de competir en esas elecciones.
Hacía muy poco se había sancionado la ley Sáenz Peña y los radicales no sabían si existían las garantías suficientes para que la elección fuera transparente. Hacia marzo, se empezaron a nominar los candidatos a diputados y a gobernadores pero no había un candidato a presidente.
Todos querían que fuera Hipólito Yrigoyen pero Hipólito Yrigoyen se negaba. Decía que él ya había hecho su apostolado. Se reunió la convención del radicalismo para elegir candidato a presidente y adentro del teatro Victoria y afuera, en las calles, todos gritaban el nombre de Yrigoyen.Sin embargo, Yrigoyen no estaba ahí. Estaba en su casa.Fueron algunos convencionales a tratar de convencerlo. Yrigoyen dijo que no y solamente cuando éstos amenazaron con que entonces ellos tampoco sepresentarían y la Unión Cívica Radical desaparecería, Yrigoyen dijo “Hagan de mí lo que quieran”.
Los resultados de la elección recién se supieron el 20 de junio cuando se reunió el Colegio Electoral. El radicalismo había ganado en las urnas, había sacado las mayorías, pero existía en ese momento el voto indirecto y no se sabía si tenían suficientes electores. Por eso hubo que esperar hasta que se reunieran y, con la sorpresa de electores de Presidente de Santa Fé, el radicalismo tuvo los suficientes votos para convertirlo a Yrigoyen en presidente.
Mientras el país se enteraba de esto, Yrigoyen estaba recluido en una estancia sin ninguna noticia que le llegara.
