Marcelo Britos escribió Adónde van los caballos cuando mueren, una novela por la cual recibió el mejor de los reconocimientos en México. Ganó el certamen Sor Juana Inés de la Cruz organizado por el Estado de México, es el premio más importante para los autores de habla hispana de los últimos tiempos en el cono sur.
Como sucede en la Argentina de los últimos tiempos, el galardón que llegó primero desde el exterior lo consolidó como uno de los mejores autores argentinos de los últimos tiempos. Britos explica que como escritor lo influyeron autores como Corban Mccarty, Bernardo Kordon y Manuel Rojas.
El protagonista de la historia de Britos es un médico que abandona los campos de batalla de la Guerra de la Triple Alianza para emprender un viaje con un caballo, propiedad de un soldado caído en la ofensiva. El autor expresa que “es un libro que interpela a la historia pero no es una novela histórica”.
Marelo Britos recorrió un camino inverso hacia la literatura primero estudió Derecho y después Letras en un posgrado. Britos explica que “la carrera de letras en Rosario tiene una especialización más orientada a la crítica literaria. En la tradición crítica argentina hay un esmero por creer que todo lo que es urbano es porteño”.
Britos presentó Mickey en Brandenburgo, un nuevo libro atrapante basado en relatos cortos que escribió durante sus viajes (junto con Adónde van los caballos cuando mueren, fueron publicados ambos por Aurelia Rivera en Argentina). En cada historia aprecia e introduce al lector en distintas obras de arte u objetos que se relacionan con la cultura del lugar que visita.
¿Qué te motivó a escribir sobre la vivencia personal de un médico que comparte sus sentimientos respecto a la guerra del Paraguay? ¿Qué te lleva a elegir éste nombre para tu novela Adónde van los caballos cuando mueren?
Fue casual, la novela se iba a llamar El país de los pájaros negros. Como la envié a varios concursos había que mandarla con distintos nombres. La frase fue tomada de uno de los pasajes y representa la historia. El caballo es un personaje fundamental, un animal español abandonado por la corona, que se crió salvaje en el territorio.
Primero armo la historia, después los personajes se van construyendo. La generación liberal tenía una idea romántica de la guerra, las familias patricias, los acomodados de las provincias, creían que el campo de batalla era un lugar para demostrar la hombría.
El protagonista principal es un médico. Necesitaba un personaje convencido de esta idea, entonces elegí a un doctor. No elegí a un militar de carrera porque están entrenados, que mejor que un médico, que veía llegar los cuerpos desmembrados, una metáfora de la fragmentación de la humanidad.
¿Qué sucedió en Curupayty?
Fue una masacre. Una responsabilidad de Mitre, un error de estrategia. Un avance de las tropas de la alianza sobre las posiciones fijas paraguayas. Los soldados fueron emboscados en los esteros. Murieron cinco mil de la alianza y solo sesenta paraguayos. Significó un triunfo para Paraguay, es uno de los hechos históricos más importantes de la historia paraguaya.
Curupaytí fue una de las batallas más sangrientas, la que más víctimas argentinas se llevó. Fue un desastre bélico y estratégico.
Es difícil encontrar novelas acerca de la guerra del Paraguay. Me interesaba ahondar sobre los hechos, la Guerra de la Triple Alianza fue un campo de batalla de la historia, un hecho que utilizó el revisionismo para cuestionar la historia que escribió el liberalismo. Hay posiciones políticas muy variadas acerca de la guerra. Quería entender primero lo que sucedió para poder escribir la novela, incluso viajé a los campos de batalla, estuve en Curupaytí, en Humaitá, en Asunción y en los lugares más paradigmáticos.
La historia se cuenta en la Argentina desde un modelo épico. José María Rosas o las memorias del militar paraguayo Centurión sobre las batallas son algunos de los bagajes que utilicé. Fui construyendo una mirada que me sirvió para escribir el contexto de la novela.
¿Por qué Paraguay fue derrotado?
Eran tres ejércitos contra un país, Paraguay tenía un ejército más pequeño y el Imperio de Brasil gastó una fortuna en la guerra. La diferencia era muy grande entre los países. La cuestión militar es difícil de analizar, lo cierto es que el ejército argentino y el brasilero lograron entrar hasta Asunción. La guerra duró cinco años, un derroche vidas humanas y de recursos.
Para muchos historiadores el triunfo de la Triple Alianza implicó la consolidación del Estado Nación en Argentina. A partir de ahí hubo una sola fuerza militar. Con la campaña del desierto se consolidó también la idea de un solo territorio. Hasta ese momento cada provincia tenía su ejército y había un conflicto entre la capital y las provincias. La organización colonial le dio a Buenos Aires la posibilidad de ser la ciudad más importante, España necesitaba un puerto desde donde sacar la riqueza para llevarla a Europa. Una preeminencia de Buenos Aires sobre el resto del territorio, mientras que las provincias buscaban un desarrollo federal. Fue el modelo que prevaleció, incluso hasta el día de hoy.
La batalla histórica siempre fue económica. La guerra de la Triple Alianza fue causada por motivos económicos, alentada por Gran Bretaña. La Guerra de Secesión Norteamericana terminó unos años antes. Cuando ganó el unionismo Inglaterra perdió la posibilidad de una materia prima que era el algodón, que se producía muy barato en Estados Unidos por la mano de obra esclavista. Necesitaron un nuevo lugar desde donde extraerla y su mirada se dirigió hacia América del Sur. Paraguay era una potencia económica, tenía su propia manufactura, por ejemplo había hornos industriales que no existían en ningún país de Latinoamérica. No dejaba que potencias extranjeras navegar sus ríos para proteger su economía.
Brasil era un imperio en ese momento y disputaba territorio con Paraguay. Argentina, Brasil y Uruguay destruyeron una potencia local para consolidar un modelo económico. Las consecuencias para Paraguay fueron tremendas, perdió el 80% de su población masculina y el 50% de la total. Tenían un sistema de tierras que pertenecían al Estado, era revolucionario para la época. Después de la tierra fue repartida entre pocas familias, como sucedió en Argentina.
En la actualidad Paraguay tiene una economía concentrada. Quedó atrasado con el resto de América Latina, pero aún con consecuencias más fuertes. Sufrió las consecuencias más graves.
También Argentina con su “campaña del desierto” con esta idea etnocentrista de poblar el territorio con europeos.
Tu novela tiene un derrotero de publicación interesante, primero México, a partir de uno de los premios más importantes de habla hispana, luego Argentina e Italia. Pocos autores locales logran publicar de ese modo. ¿Cómo lo sentís o vivís como autor?
Representó cosas muy positivas, me consolidó como un autor de oficio. Sigo peleando con determinados prejuicios del mercado literario. El mercado está organizado de una manera centralizada, las grandes editoriales y distribuidoras están en Buenos Aires. El reconocimiento internacional fue sorprendente, primero fui reconocido en el exterior y después, en menor medida, en la Argentina. “Adónde van los caballos cuando mueren” fue el libro por el cual obtuve más reconocimiento en mi carrera como autor.
Elegís ilustrar tu novela con el clásico cuadro de Cándido López, ¿por qué motivo específico?
La novela no está ilustrada, a veces las editoriales utilizan esas imágenes porque son icónicas. De todas formas soy crítico con eso. Son cuadros que le encargó Mitre a Cándido López. Tienen la mirada de la persona que está en el puesto de mando. De nuevo, la mirada crítica pone acento en la denuncia de esta relación de poder.
Cambiando de tema, ¿cuándo surgen las crónicas de los viajes que publicas en tu nuevo libro?
Desde 2012 a 2017 empecé a viajar al exterior porque las circunstancias me lo permitieron. Mi plan era ver las obras de arte en persona y no a través del ojo electrónico. Para esa época escribía para el suplemento rosarino de Pagina 12. Me asignaron un día fijo para publicar mis crónicas sobre el arte, la política y la historia de los lugares. Los artículos están conectados entre sí.
¿Cuál es tu experiencia viajando?
Son varias cosas las que contribuyen a una experiencia. Mi experiencia se relaciona con el arte, con su surgimiento en una determinada época, conectándome con la ciudad y con el contexto cultural que rodea a la obra de arte. Siempre con una mirada crítica.
Los viajes fueron acompañados a través de la mirada de John Berger, éste autor me fascina, su mirada del mundo y del arte. Berger relata en sus pequeñas historias, una historia colectiva. Su ojo está más allá de la obra de arte. Está atravesada por la búsqueda y la denuncia de la explotación del hombre por el hombre.
¿Qué relación tenés con la figura de Monnet? ¿Qué representa para vos?
Monnet es el fósforo que encendió la mecha de todo. Me marcó para siempre desde que observé por primera vez sus obras de arte. Sus pinturas tienen vida propia, lo experimenté por primera vez en una galería de Washington, hace 18 años. Después me propuse recorrer el mundo para mirar sus pinturas, algo que es imposible, pero que me obliga a viajar. Y lo hago.