domingo 22 de diciembre de 2024
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¿Qué te pasa Horacio?: Los avatares de lo nacional-popular frente al tradicionalismo ideológico de la pequeña burguesía argentina

Algunos Profesores de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA –colectivo del que formo parte hace más años de los que quiero acordarme– vienen sorprendiéndonos con sus declaraciones públicas a quienes los seguimos en la prensa y otros medios de comunicación.

Hace poco fueron las del politólogo Atilio Borón con su pedido/consejo al Presidente Maduro de aplastar a la oposición (ver aquí).

…no ha pedido, por suerte, el aplastamiento ni la desaparición de ninguna persona o grupo del tensionado régimen político argentino actual.

Ahora se trata de las del sociólogo González, quien es el Horacio al que hago referencia en el título de estos comentarios. Como miembro superior de Carta Abierta –superior en el sentido de su aceptada ascendencia intelectual sobre otros miembros de la agrupación– no ha pedido, por suerte, el aplastamiento ni la desaparición de ninguna persona o grupo del tensionado régimen político argentino actual.

Por el contrario, el pedido y el deseo de Horacio González y otros trata sobre la aparición o reaparición política de una persona en particular: se argumenta en esta nueva salida pública de Carta Abierta (si no me equivoco la número 23) sobre la necesidad/oportunidad –pero no así de la plausibilidad– de que la ex Presidenta de la Nación Cristina Fernández viuda de Kirchner se postule como candidata a senadora por la Provincia de Buenos Aires.

¿De dónde la necesidad de esta acción según los decires de varios miembros de Carta Abierta?: se trata de la urgencia en la conformación de un frente, de una coalición nacional-popular y progresista que encabezaría como única posible la ex Presidente. Hasta aquí, nada novedoso en el mundo complejo y mágico del movimiento peronista en el cual hoy es un adalid de la participación quien por años la impidió en su propio sindicato, el que ayer era progresista actualmente asesora a grandes empresas no precisamente con objetivos nacional-populares y el que era en un momento el mejor presidente de la argentina terminaría siendo al poco tiempo un neoliberal privatista al que casi no se podía considerar peronista.

¿Para qué este frente encabezado por Cristina Fernández? Cito textualmente: “para hacer retroceder a Cambiemos, expresión de un neoliberalismo periférico que parasita la democracia, y para retomar el camino de autonomía nacional y justicia social…”. Merde diría un inglés admirativamente.

Cambiemos es entonces la expresión de un neoliberalismo periférico no del liberalismo periférico. Parece ser, entonces, que existen varios neoliberalismos periféricos y en aras de la no confusión sería extraordinario que la gente de Carta Abierta aclarara a la población en general de que se trata.

Además este neoliberalismo periférico, según la misma declaración, es el que parasita la democracia. Como los miembros de Carta Abierta no se explayan en este tema tan importante propongo entender, por ejemplo, a la corrupción y el mal gobierno como indicadores de la “infección parasitaria” de la democracia a pesar de que como sociólogo crítico no soy muy afecto a las analogías organicistas aplicadas a la sociedad. ¿No es así como lo enseñabas antes Horacio, para que los alumnos no se fueran a dejar convencer por los “malos” internacionales como Durkheim y Parsons y entre nosotros Germani?

Tratando de aclarar un poco los tantos es innegable que Néstor y luego Cristina gobernaron la Argentina por un largo período y parte del mismo con mayoría parlamentaria. Tuvieron mucho poder y lo ejercieron a su manera. Eso sí, dentro de los parámetros del capitalismo periférico que encontraron al inicio de sus gobiernos y que dejaron intacto cuando perdieron por medios democráticos el control del Estado a manos de Cambiemos, una coalición que resultó ser más más eficiente e inteligente de lo que muchos pensaban.

Ni Néstor ni Cristina diseñaron e implementaron ninguna política pública seria, estructural (a pesar de contar con los recursos político-institucionales para hacerlo) que permitiese no el cambio pero sí al menos un grado más alto de control sobre el funcionamiento y algunos efectos de ese capitalismo periférico.

Que la persona a quien ustedes proponen para aglutinar un posible proyecto progresista, Cristina Fernández, es profundamente conservadora.

Creo humildemente que lo que te pasa a vos Horacio y a muchos de tus compañer@s de Carta Abierta es que no terminan de aceptar lo obvio. Que la persona a quien ustedes proponen para aglutinar un posible proyecto progresista, Cristina Fernández, es profundamente conservadora. Conservadora, por ejemplo, en la forma de entender la política interna de los partidos y por eso afecta a nombrar funcionarios y candidatos a piacere –y por cierto así les fue–, conservadora y tradicionalista en cuestiones de género y por eso su rechazo abierto a discutir participativamente el tema del aborto, conservadora en lo económico porque ni siquiera se atrevió a implementar algunas medidas socialdemócratas y porque cree que con una política bonapartista de subsidios y dádivas crecientes se fortalece la justicia social, conservadora en fin porque cree que la corrupción no es tan mala si favorece a los amigos y permite conservar el poder durante más tiempo.

Finalizo. A aquell@s de Carta Abierta con los que comparto ciertos afectos les recuerdo que much@s amig@s la pasaron muy mal, que much@s amig@s fueron secuestrad@s y much@s asesinad@s. Memoria y mejores decisiones estratégicas.

PD: Espero sinceramente Horacio que sigas mejorando. El tiempo pasa, nos vamos poniendo viejos y tenemos que cuidar la salud.

 

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