Los legisladores de California aprobaron el plan del gobernador Gavin Newsom para rediseñar el mapa político del estado.
La medida busca contrarrestar la redistribución de distritos impulsada por los republicanos en Texas y podría definir el control del Congreso estadounidense en las elecciones de 2026.
La Asamblea y el Senado del Estado de California votaron a favor de un paquete de proyectos de ley, lo que sienta las bases para que los votantes decidan si redibujan los mapas del Congreso este año.
Los proyectos de ley, firmados por Newsom más tarde ese mismo día, se someterán a votación en una elección estatal especial el 4 de noviembre.
“Seremos el primer estado en la historia de Estados Unidos en, de la manera más democrática, otorgar a los ciudadanos de nuestro estado la capacidad de determinar sus propios mapas, algo que simplemente no se ha hecho”, declaró Newsom a los periodistas poco antes de firmar el paquete.
La redistribución de distritos implica rediseñar los límites de los distritos electorales que impactan las elecciones para la Cámara de Representantes de Estados Unidos.
El plan de Newsom permitiría ajustes únicos en 2026, 2028 y 2030. El plan podría otorgar a los demócratas cinco escaños adicionales en la Cámara de Representantes de Estados Unidos.
California, con casi 40 millones de habitantes, tiene la mayor delegación en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, con 52 escaños.
Antes de las votaciones del jueves, Newsom y otros demócratas habían reiterado que los mapas manipulados de California solo entrarían en vigor si otros estados realizan su propia redistribución de distritos a mediados de la década.
El miércoles, la Cámara de Representantes de Texas, dominada por los republicanos, aprobó un proyecto de ley de redistribución de distritos, lo que pone de relieve lo que los analistas denominaron una “carrera armamentista de manipulación de distritos” en el país.
El proyecto de ley podría otorgar a los republicanos cinco nuevos escaños en la Cámara de Representantes de Estados Unidos en las elecciones intermedias del próximo año.
La votación en Texas se produjo tras un retraso de dos semanas, cuando más de 50 legisladores demócratas texanos se abstuvieron de acudir al estado en protesta contra el inusual plan de redistribución de distritos de mediados de la década.