sábado 21 de diciembre de 2024
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Debates cruciales en los Estados Unidos

Los análisis de la política exterior de cada candidato y su influencia en el orden internacional en el caso de ser electos, que fueron expresados en el debate presidencial de los EE.UU., se basan en las propuestas y en quienes ocuparían los cargos para su implementación.

Pero existe una dimensión más sustantiva que el debate mostró en toda su amplitud: no es suficiente un estado de derecho estructurado en la división de poderes y una democracia institucional que sustente el sistema decisional de las relaciones exteriores. Es necesario evitar que la potencia global pierda credibilidad en su dimensión moral discursiva y en el valor de la democracia deliberativa.

A los autores del constitucionalismo y del liberalismo político que cimentaron esa nación, deberíamos complementarlos con el gran pensador de la modernidad que es Jürgen Habermas. Este desarrolla en su vasta obra los pilares morales del sistema político y la necesidad de construir una democracia basada en el reconocimiento de las diferencias.

La pregunta que haría el autor a cada candidato sería: ¿Quién se beneficia de esas decisiones internacionales y cuál es el fundamento moral si consideramos sus consecuencias? En este sentido, la dimensión estructuralmente global de los Estados Unidos, no puede dejar planteado que las decisiones son tomadas solo para sus ciudadanos. El país es lo que es y sus habitantes gozan de los beneficios del máximo desarrollo en la calidad de vida por la proyección planetaria de sus políticas.

Los Estados Unidos construyeron el mundo de la segunda posguerra, organizaron su funcionamiento político y económico e instalaron un sistema de seguridad internacional para garantizarlo. Para ello generaron un consenso bipartidista y una legitimidad ciudadana que lo respaldaba. Esto ahora, se encuentra en crisis por los planteos extremos que tensionan los límites institucionales de la democracia y su validación ético-discursiva.

En los temas estructurantes de la política exterior que se debatieron en un formato anti-argumentativo y sin un sentido de racionalidad moral, centramos la crítica al planteamiento de Trump en los cuatro temas centrales de la política exterior.

En relación con el multilateralismo, la propuesta de debilitarlo como lógica de resolución colectiva de los conflictos, esconde un desdén por el otro, por las asimetrías y por la democratización de la gobernanza global.

Si analizamos la propuesta hacia Ucrania y el tema de fondo que es la OTAN, la política de retirarse y dejar a Europa librada a los avances de Rusia traería consecuencias graves para este continente. Pero también para el avance de las autocracias aliadas y sus planteos de rediseñar el sistema internacional con eje en sus lógicas internas de funcionamiento.

En relación a Medio Oriente, la política de abandonar el consenso mundial respaldado por la ONU a la solución de dos estados, haría escalar el conflicto y lo tornaría impredecible en el tiempo y en su impacto global.

Si focalizamos la relación con China y su intención de proteger al comercio norteamericano, esto ignora la interdependencia compleja del capitalismo trasnacional y generaría un desajuste que afectaría a toda la economía global. El (en)sueño de “Estados Unidos Primero” sería perjudicial no solo para el resto del mundo sino para los ciudadanos que lo respaldaron con su voto. Esto mostraría la necesidad de una democracia deliberativa para recuperar la racionalidad moral de este sistema de gobierno.

Publicado en Clarín el 13 de septiembre de 2024.

Link https://www.clarin.com/opinion/debates-cruciales-estados-unidos_0_sytTgRvaLU.html?srsltid=AfmBOoqZpBcCUAzRyI_QyZiAtNAEzwDsV8QxwDHJ-UCE1F0sqiQ1LWoY

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