El presidente del Comité Nacional de la UCR, Martín Lousteau convocó a una reunión Federal en la que participaron los miembros de la Mesa Nacional y los presidentes del partido en cada provincia.
Se escucharon los informes del Presidente del Bloque de diputados, Rodrigo De Loredo y de la vicepresidenta de la Comisión de Legislación General, Carla Carrizo y se hizo un análisis de la situación nacional.
Los referentes radicales aprobaron esta declaración:
La Unión Cívica Radical convoca a los poderes del Estado a retornar a un camino de normalidad institucional en el que el diálogo, la construcción de consensos y el cese de las agresiones sean la base sobre la que se construya el camino de las soluciones que los argentinos necesitan.
La UCR siempre estará alejada de la construcción populista, tenga el ropaje ideológico que tenga, porque creemos que el populismo es un camino que llevó a la Argentina a tres décadas de retrocesos y de profundización de la desigualdad.
En consonancia con su historia, el radicalismo forma parte de la oposición a este gobierno porque tiene diferencias en la concepción de país y en cómo enfrentar la pesada herencia que dejó el kirchnerismo.
En las últimas semanas, nuestro partido tuvo el rol de promover un equilibrio en el debate político entre posiciones extremas que niegan el diálogo y, por tal motivo, la posibilidad de lograr políticas consensuadas.
El resultado es un proyecto enviado por el Poder Ejecutivo que fue durante semanas discutido, lográndose acuerdos y modificaciones que enriquecieron la propuesta, al tiempo que se rechazaron cuestiones que no son prioritarias y que no hacen al objetivo que compartimos de lograr el equilibrio fiscal y el ordenamiento de las cuentas públicas.
Hemos logrado modificar cuestiones centrales en la propuesta del gobierno nacional: frenamos un nuevo ajuste a los jubilados, limitamos la delegación de facultades pedida por el Presidente, bregamos por la educación y la cultura y, con una visión federal, nos encolumnamos para defender la gestión de nuestros gobernadores e intendentes, todos ellos, líderes acostumbrados a recibir gestiones deficitarias y a equilibrar sus presupuestos sin perder una mirada social del rol que debe tener el Estado.
Consideramos indispensable una modernización del Estado para fortalecerlo y ponerlo al servicio de la producción nacional y del trabajo productivo, poniendo el foco en la defensa de los principios federales, como la coparticipación; en el gasto social; en el desarrollo de obras públicas que nuestros pueblos necesitan; en el apoyo a las economías regionales, emprendedores y pymes; el fortalecimiento de la producción y la defensa del campo para buscar un desarrollo sustentable con valor agregado.
Por ello, nos comprometemos a aportar desde la experiencia de nuestros intendentes, gobernadores, legisladores y cuadros técnicos una visión moderna y sustentable para devolver al país a la senda del crecimiento, del desarrollo social y de la progresiva igualdad.