sábado 20 de abril de 2024
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Carlos Abella: “Todo parece indicar que el PSOE ganará claramente las elecciones europeas”

Carlos M. Abella es Socio Director de Investigación Social en Abella & Valencia Consultoría Estratégica y Comunicación, firma hispano-mexicana de consultoría política en Investigación Social y Comunicación. Es sociólogo por la Universidad de A Coruña (UDC), doctorado por la misma misma universidad con una tesis acerca del discurso mediático sobre la inmigración y el multiculturalismo en España, realiza posteriormente el Máster en Marketing Político. Estrategias y Comunicación Política en la Universidad de Santiago de Compostela. Su trayectoria profesional combina el mundo académico y la consultoría.

Previendo que la ultraderecha subirá su perfomance electoral, ¿qué escenarios se pueden dar en las elecciones al Parlamento Europeo en España?

En los últimos años, la vida política española ha demostrado una enorme volatilidad, un dinamismo y una efervescencia sin precedentes desde la restauración democrática. El escenario en el que nos encontramos ha supuesto una nueva vuelta de tuerca. Hace escasos meses, la irrupción de la extrema derecha en el parlamento andaluz, y su apoyo para que por vez primera hubiera un gobierno de derechas en esta comunidad tras el pacto PP-Ciudadanos, hacía presagiar un posible auge de la derecha en todo el Estado. Sin embargo, Pedro Sánchez demostró una vez más su habilidad política (junto a su enorme capacidad de asumir decisiones arriesgadas) al decidir adelantar las elecciones generales fijándolas antes de las elecciones europeas, autonómicas y municipales y anunciarlo, además, justo tras la famosa foto de Colón que reunió a las tres derechas en torno a “la unidad de España”. Esa foto, a la postre, fue el mayor revulsivo para la movilización electoral de la izquierda y la incontestable victoria del PSOE en las elecciones generales. Ese es el escenario definitorio de las actuales citas electorales: un PSOE con el viento de cola y en tendencia ascendente y una derecha dividida y enfrentada abiertamente por asumir el papel de principal partido de la oposición, con C’s buscando el definitivo sorpasso al PP que no acaba de llegar.

Todo parece indicar que el PSOE ganará claramente las elecciones europeas y que recuperará poder en muchas de las autonomías. Y que C’s y PP pelearán cerradamente por el segundo lugar y ser el partido de referencia en la parte derecha del arco.

En cuanto a Vox, su irrupción ha sido mucho menor a lo que ciertas encuestas pronosticaban y el propio partido esperaba. En buena medida, ello se ha debido a la enorme movilización del electorado de izquierdas, feminista, nacionalistas periféricos, movimiento LGTBI, etc. ante un partido que pretende socavar los principales derechos conquistados en este país en los últimos años.

¿Cuál puede ser el rol de Pedro Sánchez?

La victoria del PSOE en España y la contención de la extrema derecha puede convertir a Pedro Sánchez en una especie de “esperanza de la socialdemocracia” europea. Tras años perdiendo poder a lo largo y ancho del continente ante el avance de extremismos varios y fórmulas alternativas a los partidos tradicionales, la nueva situación en España (junto a la recuperación que está viviendo Portugal de la mano de un gobierno de centroizquierda) podría suponer un freno al avance de la extrema derecha. En todo caso, parece muy poco tiempo el transcurrido para que la situación pueda revertir tan rápido y resulta probable pensar que los partidos extremistas aún aumentarán más su presencia en las próximas elecciones. El gobierno español tendrá, pues, una responsabilidad extra en los próximos años: demostrar que las políticas socialdemócratas, convenientemente modernizadas y actualizadas a los desafíos actuales, pueden hacer progresar a las sociedades actuales y reforzar, en lugar de socavar, los Estados de Bienestar.

¿Qué puede pasar a nivel local? Según la encueta del CIS el PSOE arrasaría en la mayoría de las comunidades.

Si nos centramos en el plano autonómico, sí parece claro que el PSOE recuperará poder en una gran parte de las comunidades autónomas del país, en solitario o con el apoyo de Unidos Podemos. Probablemente el PP lo retenga en dos o tres de ellas, con el apoyo de C’s y, marginalmente, de Vox, mientras que parece del todo improbable que ninguna de estas dos últimas fuerzas presida alguna comunidad.

Ya en el plano municipal es muy complicado ofrecer una valoración global. Parece previsible que el PSOE experimente un aumento en todo el país gracias al efecto ya descrito, en paralelo a un descenso del PP y un aumento de C’s en relación con las últimas elecciones locales. No obstante, el partido de Albert Rivera podría seguir sin gobernar como principal fuerza en ningún municipio importante.

Es una incógnita el resultado de las fuerzas de izquierda rupturista que, bajo diferentes siglas y coaliciones, alcanzaron importantes cotas de poder en 2015. Sería un gran éxito para ellas retener los gobiernos municipales de las dos principales ciudades del país, Madrid y Barcelona, con el enorme simbolismo que ello conlleva, y paree que de hecho están en disposición de hacerlo.

En cuanto a VOX, sus problemas de ausencia de estructura territorial le dejarán fuera de la gran mayoría de ayuntamientos del país y de las principales alcaldías. No obstante, sí me parece probable que alcance gobiernos municipales en comarcas donde se lleva tiempo haciendo de la inmigración un problema social, comarcas que paradójicamente dependen para su desarrollo económico de esta población. El caso paradigmático podía ser El Ejido, en Almería.

Se entiende que Pedro Sánchez está esperando estas elecciones del 26M antes de definir el armado del gobierno. De las tres variables posibles (alianza “natural” con Podemos y partidos nacionalistas, alianza con Ciudadanos o gobernar en soledad con acuerdos puntuales), ¿cuál crees hoy que es la que más posibilidades tiene de darse?

Empezaría descartando por completo cualquier tipo de gobierno que implique a C’s. El distanciamiento actual entre ambos partidos está en sus niveles máximos y ni uno ni otro parecen dispuestos a salvarlo. Tras unos años de estrategia dubitativa, parece que finalmente C’s ha decidido que quiere convertirse en el principal partido del centro-derecho y eso se traduce en luchar por sustituir al PP. En consecuencia, esto implica una renuncia total a posibles pactos con el PSOE, además del abandono de la posición centrada que en un principio habían defendido, lo que les permitía gobernar tanto con PSOE como con PP en función de los territorios.

El escenario más probable es de gobierno en solitario con el apoyo prioritario de Unidas Podemos para los grandes asuntos de Estado (aprobación de los presupuestos, elaboración y aprobación de las principales reformas legislativas). Esto implica de hecho una “alianza” con el partido morado, pero sin la entrada de este en el gobierno asumiendo carteras ministeriales.

El PP tiene un problema de liderazgo y nada hace prever que no sea peor tras las elecciones del 26M. ¿Vamos hacia una renuncia prematura de Casado o logrará contener el embate y seguir girando hacia la derecha, para disputar un electorado que se está corriendo hacia VOX?

No parece que Casado vaya a renunciar por iniciativa propia, otra cosa es que los movimientos internos en el partido acaben con su liderazgo. En todo caso de forma abrupta, parece que el PP ha decidido virar de nuevo hacia el centro tras la calamitosa estrategia de caminar hacia la derecha más dura con planteamientos muy alejados de los que tiene el conjunto de la sociedad española en cuestiones como el aborto, el feminismo o los derechos sociales. Otra cosa es que esta estrategia resulte creíble…

Contra lo que se puede sospechar, la mayor parte de los diputados que cosechó VOX son de Madrid y no de la “España profunda”. ¿Por qué crees que este giro hacia la derecha se da sobre todo en el centro urbano?

VOX ha nutrido su discurso de tres ejes fundamentales: la identidad y la unidad nacional española en repuesta al desafió separatista catalán; la crítica al feminismo y la denominada “ideología de género”; la criminalización de la inmigración.

Su discurso de nacionalismo español duro, centralizador y contrario a las autonomías explica sus nulos resultados en tres nacionalidades históricas: en Euskadi ha obtenido un ridículo 2,2% de los votos (cero escaños); en Cataluña un 3,6% y un solo representante; en Galicia ha obtenido la mitad de apoyo (5,3%) porcentual que en el conjunto del Estado (10,3%) y cero representantes.

Su discurso contrario al feminismo, con promesas tan contrarias al sentir generalizado como derogar la ley contra la violencia de género, explica la amplia movilización de las mujeres y su limitado crecimiento.

Por último, su duro discurso antiinmigración sí ha calado en zonas muy sensibles en esta materia. Ahí están las victorias de VOX en los municipios almerienses de El Ejido (tierra de los dramáticos acontecimientos racistas de 2000) o Níjar, donde ganó con el 30% y el 28,4% de los votos, respectivamente, en Torre-Pacheco, donde ganó con el 24,9%.

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